El pasado 13 de junio de 2024, la Asamblea de Madrid aprobó una Proposición no de Ley instando al gobierno de la Nación a reforzar la presencia de policías y guardias civiles en las calles de nuestros pueblos y ciudades.
En aquella PNL, el PP pedíamos más efectivos dedicados la seguridad ciudadana y una distribución de los mismos por todo el territorio atendiendo a criterios de población y de falta de efectivos en la actualidad; también pedíamos la mejora de las infraestructuras en las que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado viven y trabajan, especialmente sangrante el estado casi de penuria en que se encuentran algunos puestos de la Guardia Civil (desde el PP de Madrid hemos visitado varias casas cuartel necesitadas de inversiones urgentes como Navalcarnero o Brunete); y por último se instaba a completar la equiparación salarial de nuestros policías y guardias con los ertzainas y mossos, algo que aprobó el PP en el gobierno de España en 2018, y que Marlaska se ha negado a culminar y completar.
¿Y por qué presentó esta iniciativa el PP en el parlamento de todos los madrileños, siempre desde la responsabilidad y sin caer en alarmismos falsos como está haciendo VOX que nos presenta a Madrid como una ciudad sin ley? En primer lugar, porque el PP de Madrid, como partido que vertebra toda la región madrileña, conoce mejor que nadie cuales son las necesidades y deseos de los madrileños. Y son muchísimos los alcaldes y también portavoces de la oposición, que están clamando por la cada vez menor presencia de efectivos de seguridad en nuestras calles. Ellos son los que nos están avisando que siendo Madrid una región segura, el descenso de efectivos en seguridad ciudadana está haciendo que algunos delitos se estén incrementando en sus calles. Y ellos son los que nos dicen que mientras el ministerio nos dice que en el puesto de Guardia Civil de San Agustín de Guadalix hay 20 efectivos por catálogo, la realidad es que prestan servicio en sus calles 9 efectivos. O los que te dicen que en el puesto de Lozoyuela hay solo 8 efectivos de seguridad ciudadana, pero es que deben dar seguridad a una comarca en las que algunos puestos están a una hora de distancia en coche. Números totalmente insuficientes.
En segundo lugar, presentamos esta iniciativa porque el Delegado del Gobierno que nos ha tocado, por desgracia, en vez de preocuparse de que los deteriorados servicios públicos mejoren como Cercanías, está autopromocionándose en su carrera para suceder a Juan Lobato al frente del PSOE en Madrid. Y para ello, no tiene rubor en hablar del aumento de efectivos policiales en la calle de Madrid, algo que no es verdad.
Si bien es cierto que las promociones de guardias civiles y policías están siendo muy numerosas en los últimos años, también lo es que los efectivos que vienen destinados a Madrid lo son para vigilancia de edificios, protección de personalidades o equipos especializados en oficinas (por ejemplo, los equipos dirigidos a combatir el ciberdelito). Y también es cierto, que Madrid ha pasado de 6,8 millones de habitantes en 2018 a 7 millones en la actualidad, que serán 8 millones antes de acabar esta década. Por tanto, proporcionalmente son menos efectivos para más población.
La AUGC, asociación profesional de Guardia Civil, cifra el déficit de guardias civiles en Madrid en 1.600 agentes, y la FMM habla de casi 1.200 de agentes necesarios. Y no hablemos del ayuntamiento de Madrid que lleva clamando varios años ya porque el Gobierno de Sánchez les autorice a sacar más plazas de policías municipales de las que les permiten, porque los necesitan en sus calles.
Tal y como decíamos en aquel debate en la asamblea, la seguridad en Madrid sin caer en las hipérboles propias de Vox, se está deteriorando. Recordamos aquel día algunos de los datos oficiales que proporciona trimestralmente el Ministerio del Interior y que nos dicen, por ejemplo, que los delitos contra la libertad sexual (un delito que afecta casi por entero a la mujer) están creciendo a razón de un 20% anual desde 2021 (cada día ¡8! mujeres sufren un delito de este tipo en Madrid), o que el ciberdelito está descontrolado o que el tráfico de drogas sube con fuerza.
Por tanto, creemos que es el momento de que nuestras siempre alabadas y meritorias Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado empiecen a ser dirigidas políticamente por personas con criterios técnicos y policiales, por cargos políticos que primen la seguridad sobre el tacticismo y las estrategias políticas de bajo vuelo. Si en esta Madrid que crece y florece cada día se necesita más seguridad en sus calles, el Gobierno debe liderar la solución al problema.
Siempre lo decimos: el binomio libertad seguridad siempre va junto. Sin uno no hay otro, son indisolubles. Y en esta tierra de libertad y de sueños realizados que es la Madrid de 2024, la seguridad no se puede deteriorar por la incapacidad y sectarismo de unos políticos de escasa talla y menor capacidad como es el caso del Delegado del Gobierno en Madrid.