jueves, noviembre 21, 2024
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La presidenta Díaz Ayuso no debería ir a Moncloa

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José Virgilio Menéndez Medrano
José Virgilio Menéndez Medrano
Diputado en la Asamblea. Secretario General del Grupo PP en la Asamblea de Madrid.

Este último viernes de mes, 25 de octubre, la presidenta de la Comunidad de Madrid no ha acudido a la reunión a la que había sido convocada por el Presidente del Gobierno en el Palacio de La Moncloa. En cualquier país y en situaciones normales, las visitas al jefe del Gobierno deberían realizarse.

Sin embargo, en mi opinión, la presidenta Diaz Ayuso ha decidido no acudir de manera acertada, respetando eso sí, la que adopte cada presidente autonómico. Veamos por qué. 

En primer lugar, esta ronda fue convocada por Pedro Sánchez, un virtuoso en la mentira, pero también en el marketing político, al menos para sus seguidores, con motivo del revuelo montado tras el compromiso del PSOE/PSC con ERC de conceder a Cataluña un régimen fiscal singular que incluiría un concierto económico fiscal a imagen del vasco, cupo incluido.

Esta reforma de la financiación catalana según se ha ido sabiendo, supondrá que Cataluña deje de aportar a las arcas de una Hacienda común estatal. Se debe recordar que hasta el momento solo hay tres Comunidades Autónomas que aportan para ese fondo de mantenimiento de los servicios públicos esenciales, como son Madrid entorno a un 70%, Cataluña alrededor de un 20% y Baleares que no llega al 10%. El resto de CCAA reciben, por tanto, para sus servicios públicos, de estos fondos.

Si Cataluña dejara de aportar, básicamente sería Madrid quien aportara lo que en ese momento faltaría, a menos que Asturias, Extremadura o hasta Andalucía redujeran su presupuesto en educación, sanidad o infraestructuras. Es decir, o Madrid entrega más dinero, es decir los madrileños, o las CCAA restantes tendrán menos. 

De esta manera, los madrileños que ya pagan suficientes impuestos en una región en la que han desaparecido los impuestos autonómicos y el gasto público es eficiente, siendo los servicios públicos de gran calidad, los madrileños como decía, deberán pagar más, precisamente a una Cataluña, con más presión fiscal, que no repara en gastos superfluos, que mantiene una tupida red de embajadas o la televisión autonómica más cara, y que mal gestiona los abundantes recursos públicos de los que dispone, incluyendo numerosos tributos autonómicos.

En definitiva, que se convoca a todas las Comunidades Autónomas para justificar lo inexplicable de una financiación singular o a la carta, que perjudicará a todas las demás, todo ello acompañado de esa continua aspiración de dividir al adversario político. 

Por tanto, es muy responsable por parte del gran perjudicado, no acudir en plan coartada del mayor crimen que se va a cometer para acabar con la igualdad fiscal de los españoles cuando vas a ser tú quien encima lo pague.

En segundo lugar, la actitud del Gobierno Central no es leal con el gobierno de Madrid. La lista de agravios es inmensa y constante desde la llegada del Sanchismo al poder. Sólo por recordar: Madrid sufrió en pandemia “estados de sitio” a la carta porque sí, Madrid recibe ataques constantes cada día, Madrid no tiene inversiones desde el Gobierno Central, por ejemplo hay que ver el estado de las Cercanías, y Madrid es relegado en todas las decisiones del Gobierno Sánchez en que puede optar a ser la sede de una institución nacional o incluso europea.

En tercer lugar, desde la VI Flota Mediática que depende de la Moncloa, se ha intentado crear una ola de madrileñofobia entre la población del resto de CCAA, todo lo contrario de lo que haría un gobierno responsable de buscar la concordia y la convivencia entre todos. Por ejemplo, este verano volvió a resurgir, incluso con el boicot a los veraneantes madrileños. Y todo ello, con mensajes permanentes en el tiempo lanzados desde Moncloa y sus satélites, de que Madrid es rica porque practica el dumping fiscal, porque funciona como una aspiradora de riqueza del resto del país y  porque es insolidaria con el resto de españoles.

En cuarto lugar, Sánchez está en contra del diálogo institucional. Desde hace muchos meses el jefe de la oposición no es consultado sobre ninguna cuestión de Estado importante, ni mucho menos llamado a Moncloa. Y respecto a las Comunidades Autónomas, otro ejemplo de la aversión por el diálogo, la Conferencia de Presidentes que debe ser convocada regularmente cada 6 meses, lleva sin ser convocada desde marzo de 2022, solo porque Sánchez ya no tiene mayoría en dicho foro, al cambiar muchas CCAA de gobierno.

Y en quinto lugar, aunque habría más razones, porque cuando Sánchez en una institución europea, en un acto oficial con las banderas europea y española detrás, convirtió una declaración en un mitin lleno de mentiras y falsas acusaciones contra la presidenta el pasado jueves (el día antes de llamar al gabinete de Madrid), lo que buscaba con tal indigna actuación, era que Madrid y su presidenta no acudieran a la cita de Moncloa: ¡Vaya manera de intentar buscar un encuentro! Y es que alguien en su multitudinario gabinete pensó que lo mejor para atraer a la presidenta era insultarla y difamarla de manera personal y sin piedad.

En definitiva, estos argumentos son algunos de los que han empujado a la presidenta Diaz Ayuso a no visitar a un Pedro Sánchez, que como decíamos la semana pasada sigue tambaleándose por la corrupción, aunque ello no le quita de intentar distraer, revolverse y lanzar algunos duros golpes todavía, aunque en este caso, ha chocado con alguien superior a el en moralidad y en compromiso con los ciudadanos para los que gobierna.

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