En abril de 2019, el economista y pensador Juan Ramón Rallo presentó en la sede de la Fundación Rafael Pino su obra “Liberalismo”, una compilación de sus publicaciones sobre esta ideología. Rallo, conocido por su crítica incesante a la Política y la Economía, es un defensor de la libertad individual como piedra angular del desarrollo humano. En 2025, su obra sigue siendo un referente fundamental en el debate sobre la organización de las sociedades modernas y el papel del liberalismo en un mundo cada vez más globalizado.
El Decálogo Liberal de Rallo: Del Individuo a la Globalización. El libro estructura su filosofía en una pirámide que comienza con el individualismo como base y culmina en la globalización. Esta pirámide se erige sobre varios pilares fundamentales que explican cómo la libertad individual puede preservarse en un mundo en constante evolución.
1. Individualismo. La base de la pirámide es el individualismo. Desde las primeras sociedades tribales hasta las modernas democracias, la lucha por la libertad individual ha sido una constante. La Ilustración y pensadores como Locke, Hume, Rousseau y Marx sentaron las bases de las libertades personales. La Constitución de Cádiz de 1812 y las constituciones de Francia, EE.UU. y Reino Unido fueron hitos en la emancipación de los individuos frente a las élites dominantes.
2. Libertad Personal. La libertad individual es esencial para el desarrollo de la persona. Cada individuo debe ser capaz de tomar decisiones autónomas sobre su vida, asumiendo la responsabilidad de sus acciones. Esta libertad personal es el fundamento de una sociedad moderna y equitativa.
3. Propiedad Privada. La propiedad privada es otro pilar fundamental. El acceso a la propiedad, ya sea por intercambio, servicios o herencia, es clave para la libertad individual. Las instituciones deben proteger este derecho para evitar abusos y excesivos impuestos por parte del Estado, que Rallo denomina el «Estado Leviatán».
4. Autonomía Contractual. La autonomía contractual es esencial para las relaciones sociales. Los individuos deben tener la libertad de establecer sus propias condiciones contractuales, ya sea explícita o implícitamente, con el fin de organizar su entorno social y económico.
5. Libertad de Asociación. La organización social eficiente requiere de la libertad de asociación. Ya sea en empresas, familias u otras entidades, esta libertad permite a los individuos alcanzar sus objetivos y satisfacer sus necesidades de manera efectiva.
6. Libertad de Mercado. El mercado libre es crucial para el intercambio eficiente de bienes y servicios. Rallo argumenta que la sociedad moderna debe reducir las trabas burocráticas para permitir que el mercado funcione de manera más libre y eficiente.
7. Gobierno Limitado. Un gobierno limitado es vital para la eficiencia económica y la libertad individual. Rallo defiende la idea de que con menos intervención estatal, los individuos podrían gestionar sus recursos de manera más efectiva, generando mayor riqueza y distribuyéndola más equitativamente.
8. Globalización Finalmente, la globalización representa la culminación del liberalismo. En un mundo globalizado, los seres humanos pueden organizarse más allá de las fronteras nacionales, promoviendo la cooperación y el intercambio global, mientras se evitan las prácticas monopolísticas y el dominio de las élites.
La Vigencia del Liberalismo en 2025. A pesar de los avances en libertades individuales y democráticas, Rallo sostiene que el liberalismo sigue siendo relevante en 2025. Las libertades aún no se han alcanzado plenamente, y el liberalismo debe continuar influyendo para garantizar el respeto a las libertades individuales. Esto implica combatir las prácticas abusivas de las grandes empresas, partidos políticos y lobbies que amenazan con monopolizar el poder.
En un mundo en constante cambio, donde los conceptos de democracia y libertad son interpretados de diversas maneras, la obra de Juan Ramón Rallo, «Liberalismo», emerge como una referencia esencial para aquellos que buscan comprender y promover una verdadera democracia liberal. Con un enfoque incisivo y profundo, Rallo defiende la libertad individual como el pilar fundamental de una sociedad justa y próspera.
El Liberalismo como Base de la Sociedad. En «Liberalismo», Rallo no sólo analiza los principios básicos de esta ideología política, sino que también ofrece una crítica aguda a las corrientes autoritarias que, bajo la fachada de proteger al colectivo, terminan socavando las libertades individuales. Rallo argumenta que el liberalismo es la única filosofía política que coloca a la libertad individual en el centro, rechazando las cadenas del intervencionismo estatal y la coacción.
«¡Viva la Libertad y mueran las cadenas!»
El grito de «¡Viva la Libertad y mueran las cadenas!» resuena con fuerza a lo largo de la obra. Este lema encapsula el espíritu de la lucha por una sociedad donde cada individuo tenga la capacidad de decidir su propio destino, sin la imposición de poderes externos que limiten su autonomía. Para Rallo, la libertad no es sólo un derecho fundamental, sino la condición indispensable para el desarrollo humano y el progreso social.
La Crítica al Autoritarismo. Rallo también dedica una parte significativa de su obra a criticar las diversas formas de autoritarismo que intentan justificar la intervención estatal en nombre del bienestar colectivo. Argumenta que estas intervenciones, aunque a menudo bien intencionadas, terminan restringiendo la libertad individual y creando dependencias que minan la responsabilidad personal y la creatividad.
Hacia una Sociedad Más Libre y Justa. «Liberalismo» es más que un simple tratado político; es un llamado a la acción. Rallo invita a los lectores a reflexionar sobre la importancia de proteger y promover la libertad individual como el camino hacia una sociedad más libre y justa. Sostiene que sólo a través de la defensa de los derechos individuales se puede alcanzar una verdadera democracia, en la que el poder está al servicio de los ciudadanos y no al revés.
La obra de Juan Ramón Rallo, «Liberalismo», es una lectura fundamental para aquellos que buscan entender y abrazar los principios de una democracia liberal. Su apasionada defensa de la libertad individual y su crítica al autoritarismo ofrecen una guía clara y convincente para la construcción de una sociedad donde la justicia y la prosperidad sean el resultado de la autonomía y la responsabilidad personal. En un tiempo donde las libertades a menudo están en peligro, el mensaje de Rallo resuena más fuerte que nunca: «¡Viva la Libertad y mueran las cadenas!».