En 2025, Ramón Tamames, a sus 92 años, sigue demostrando una energía intelectual y una capacidad de análisis histórico que no deja de asombrar. Con la vitalidad que lo caracteriza, aún me envía cartas con sus reflexiones más recientes. Este destacado economista, historiador y académico, al que conocí en los años 60 cuando era miembro del Partido Comunista y yo militaba en la Platajunta de Antonio García Trevijano , continúa brillando como una figura central en el panorama cultural español, marcando hitos con cada una de sus obras y pensamientos.
Su última gran contribución al conocimiento histórico fue su libro de 2019, «Hernán Cortés, gigante de la historia», que presentó en un abarrotado auditorio de la Mutua Madrileña, donde 524 butacas no fueron suficientes para acomodar a todos los asistentes. Allí, Tamames desgranó con pasión los fundamentos de su obra, dejando claro que su enfoque iba mucho más allá de la hagiografía o la simple biografía. Como afirmó, el libro se convirtió en un compendio del legado cultural, social y político que la conquista española dejó para los 600 millones de hispanohablantes de ambos hemisferios, rescatando la idea de unidad de la Constitución de Cádiz de 1812, que proclamaba que “la Nación Española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios”.
Un análisis profundo de la figura de Cortés. El libro de Tamames fue cuidadosamente estructurado en doce capítulos, que combinan rigor académico con una narrativa vibrante. Entre ellos destaca el análisis del Tratado de Tordesillas, que sentó las bases para la expansión global de España y Portugal; la reconstrucción minuciosa de los viajes de Cortés, desde su llegada a Veracruz hasta su encuentro con Moctezuma en Tenochtitlán; y su eventual reconquista de la ciudad lacustre, que Tamames califica como un modelo de inteligencia estratégica en el arte de la guerra.
Tamames no evita los aspectos polémicos: reflexiona sobre las relaciones de poder, las alianzas con pueblos indígenas y el mestizaje, todo bajo el prisma de un historiador que busca comprender las complejidades del contexto en lugar de juzgarlo desde nuestra perspectiva actual. Su obra también incluye un fascinante capítulo sobre la segunda vida de Cortés, cuando el conquistador cayó en desgracia política y vivió conflictos tanto en México como en España, donde murió añorando la tierra que había transformado en la Nueva España.
:” En los últimos tres años, siguiendo una muy antigua vocación dijo, estuve trabajando en mi nuevo libro titulado “Hernán Cortés, gigante de la historia”. “Para 600 millones de hispanohablantes de ambos hemisferios, 500 años después”. Frase que recuerda la Constitución de Cádiz de 1812, donde se decía que “La Nación Española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios”.
El libro no es una hagiografía, ni tampoco una biografía. Porque valoraciones del conquistador ya hay muchas y algunas muy buenas, como la más antigua del norteamericano William Prescott, para seguir el español de Salvador de Madariaga, el inglés Hugh Thomas, y el francés de Christian Duverger. Amén de los mexicanos José Luis Mantilla, y Jaime Miralles, por lo menos.
Brevemente diré: continua Tamames que mi libro consta de un prólogo de Josep Borrell, una nota preliminar del autor y doce capítulos, que son los siguientes:
La historia previa de los tratados oceánicos hispano-lusos de Alcaçovas a Tordesillas, amén de las bulas pontificias Inter Caetera. Se trata de los dos grandes acuerdos entre los países ibéricos para, primero, repartirse el Atlántico ribereño de áfrica; y segundo, dividirse la globalidad del planeta: para cada en su hemisferio intocable por parte del otro. Una operación sancionada por los papas y de gran alcance, como podrá verse. Fue en el escenario del Tratado de Tordesillas en el que se movió Cortés en su gran aventura.
Cronistas de Indias, sobre todo López de Gómara y Bernal Díaz del Castillo. Un capítulo en el que se aprecian las fuentes principales de que dispuso el autor para su libro: obras bien conocidas, que fuera objeto no solo de origen de conocimiento, sino también de interpretación en cuanto a su significado.
La forja del conquistador, en su adolescencia y primera juventud, así como la difícil relación de Cortés con el gobernador de Cuba, Diego Velázquez. La figura del conquistador fue formándose, no solo en Salamanca sino también en la duda de si dirigirse a Italia o las Indias. Y todo, influyó en su gran destino la decisión que ser conquistador y colono, siempre esperando la gran ocasión.
Navegando de La Habana a Veracruz, con la marcha subsiguiente de Veracruz a Tenochtitlán. Es un capítulo central de lo que de biográfico hay en el libro. Con la navegación exploratoria de las costas mexicanas, y la ruta cortesiana; siempre un itinerario clásico, desde la fundada Villarrica de la Veracruz, hasta la gran ciudad lacustre en el altiplano.
El encuentro Cortés/Moctezuma (8.XI.1519) en Tenochtitlán. Con un tiempo de paz de ocho meses, hasta la Noche Triste. ¿Se pensó realmente que podría haber paz entre invasores y mexicas? A la postre, la guerra total se hizo inevitable, marcando la escapada de los españoles. Fue el punto psicológicamente más bajo de la expedición española, pero inmediatamente superado por la visión cartesiana optimista a largo plazo.
La reconquista de Tenochtitlán y los años de oro de Cortés (1529-1524.Con una estrategia para recuperar la capital Lacustre que está considerada como muestra de gran inteligencia en el arte de la guerra. Y los tres años que siguieron, resultaron importantes en la acción de Cortés como gobernador, promotor del mestizaje y de una nueva forma de entendimiento, en sus funciones de creador de la Nueva España.
La segunda vida de Cortés, con las penalidades de Las Hibueras y sus dos viajes y muerte en España. Se condensa en él, los años más conflictivos de Don Hernán, y las desazones en México, ya sin poderes efectivos. Y su primer viaje a España, donde alcanzo la grandeza en su relación conflictiva, con el rey-emperador Carlos. Continuando sus años de lucha en México, con sus difíciles navegaciones, su sueño inalcanzado de ir a China y la relación amor/odio que tuvo con el Virrey Mendoza. Y otra vez a España, sus últimos pretendidos contactos con Carlos V, ya en la senda a una muerte con la nostalgia de no haber retornado a su nueva patria novohispana.
Protagonistas coetáneos, desde Carlos V al Tata Vasco de Quiroga, de Michoacán. Un repertorio de personas que se entrelazan en la vida de Cortés, influyendo en la propia configuración de un destino extraordinario: un dramatis personae de la vida del personaje principal de la obra.
Contexto social de la conquista y de la Nueva España: población, leyenda negra, lenguas, flotas, alimentos. La historia desencriptada de la formación del imperio español en América y el Océano Pacífico. Se discute la idea de si hubo o no un “Modelo Cortés” para el resto de la conquista en las Américas, así como la expansión por el Pacifico. Con especial atención al pretendido paralelismo Cortés/Pizarro.
Historia abreviada de México. Una referencia obligada para valorar la evolución de la Nueva España durante tres siglos, con un esquema, también necesario, de la historia de México a partir de 1821, de su independencia.
No es extraño que en la lista de Michael H.Hant (1978) de las 100 figuras más importantes de la Historia, Cortés sea uno de los cuatro españoles (los otros tres, Colón Pizarro, e Isabel la Católica).”
Un legado que trasciende generaciones. En 2025, la obra de Ramón Tamames resuena con fuerza, especialmente en un mundo que sigue debatiendo el significado histórico de la colonización, el mestizaje y la creación de un espacio cultural común entre Europa y América. Tamames nunca ha evitado enfrentarse a temas controvertidos, como la denominada «leyenda negra», que sigue siendo motivo de tensiones entre España y algunas naciones latinoamericanas. Su defensa de la convivencia y el intercambio cultural como elementos clave del legado hispánico es un mensaje que, en tiempos de polarización, resulta más necesario que nunca.
Un cronista del siglo XXI. En una de sus últimas cartas, Tamames reflexiona sobre la importancia de recordar el pasado con una visión equilibrada y basada en hechos. Su capacidad para conectar acontecimientos históricos con los desafíos del presente es lo que ha hecho de él un referente. Con la lucidez que lo caracteriza, sigue siendo un ejemplo vivo de cómo la historia no solo nos ayuda a comprender quiénes somos, sino también hacia dónde podemos dirigirnos.
Ramón Tamames, en 2025, no solo es un cronista de la historia de España y del mundo hispano, sino también un puente entre generaciones, un testigo activo de un pasado que, gracias a su obra, sigue iluminando el presente.
Cuando Tamames cumplió los 90. Lo celebró diciendo: «Dicen que la vida es muy corta, no hagáis cosa» Ramón Tamames, destacado economista, político y académico español, celebró su 90 cumpleaños rodeado de más de un centenar de amigos íntimos en un emotivo homenaje que puso de manifiesto su impacto en la vida pública y cultural de España. Tamames, conocido tanto por su trayectoria profesional como por su aguda capacidad de análisis, no perdió la ocasión para reflexionar sobre la vida y el tiempo, dejando una frase que resonó entre los asistentes: «Dicen que la vida es muy corta, no hagáis cosa». Una reflexión cargada de ironía y lucidez que refleja su espíritu a lo largo de estas nueve décadas.
Un homenaje lleno de cariño y reconocimiento. El evento reunió a personalidades del ámbito político, académico y social, quienes quisieron rendir tributo a Tamames en un ambiente cálido y distendido. En su homenaje no solo se celebró su longevidad, sino también su dilatada carrera que abarca múltiples disciplinas, incluyendo economía, política y divulgación. Además, el acto sirvió para recordar su influencia en el panorama intelectual español, destacando su papel como un pensador que ha sabido adaptarse y evolucionar con los tiempos.
Entre los asistentes, nos encontrábamos antiguos colegas, amigos y discípulos que compartieron anécdotas y momentos entrañables de su vida. Hubo discursos emotivos que resaltaron su generosidad, su pasión por el conocimiento y su compromiso con los ideales de progreso.
Una vida dedicada al conocimiento y la acción. Ramón Tamames es, sin lugar a dudas, una figura clave en la historia reciente de España. Nacido en 1933, su vida ha estado marcada por su capacidad para conjugar teoría y práctica. En el ámbito económico, ha sido autor de obras fundamentales que han contribuido a la formación de generaciones de estudiantes y profesionales. En la esfera política, destacó como miembro del Partido Comunista de España en la transición democrática, aunque posteriormente adoptó posturas más independientes.
Con una vida tan extensa como variada, Tamames ha sido testigo de algunos de los momentos más decisivos de la historia de España, desde la posguerra hasta la actualidad. A sus 90 años, sigue participando en el debate público con una lucidez que muchos consideran admirable. «El tiempo pasa, pero la curiosidad y el interés por aprender no deberían desaparecer nunca», comentó en una intervención reciente, demostrando que su vitalidad intelectual sigue intacta.
Un mensaje para el futuro. La frase «Dicen que la vida es muy corta, no hagáis cosa» fue recibida entre risas, pero también invitó a la reflexión. ¿Qué quiso decir exactamente Tamames con esta sentencia? Algunos interpretaron el mensaje como una invitación a evitar preocupaciones innecesarias y centrarse en lo verdaderamente importante. Otros, como una muestra más de su característico sentido del humor y su perspectiva desapasionada sobre los avatares de la existencia.
A sus 90 años, Ramón Tamames sigue siendo un ejemplo de perseverancia, inteligencia y compromiso. Este cumpleaños no solo celebra su longevidad, sino también la huella indeleble que ha dejado en la sociedad española. Una vida dedicada al conocimiento y la acción que, como él mismo diría, invita a no dejarse llevar por la inercia, sino a actuar siempre con propósito.
Cuando me encuentro con el y su prodigiosa memoria me recuerda siempre ¿Cómo vas Rabassa? y para mi interior digo” siguiendo tu estela a mis 84 años”.