jueves, febrero 20, 2025
- Publicidad -

Las incoherencias de Vox

No te pierdas...

José Virgilio Menéndez Medrano
José Virgilio Menéndez Medrano
Diputado en la Asamblea. Secretario General del Grupo PP en la Asamblea de Madrid.

Hace unos días se ha celebrado en Madrid la cumbre de los “Patriots” o partidos de la derecha radical europea, no sé si de extrema derecha, pero desde luego partidos radicales en sus planteamientos, muy hipernacionalistas y con claras derivas populistas.

Por Madrid han pasado para alegría de unos y vergüenza de otros, yo creo que de muchos, líderes como Marine Le Pen, el holandés Wilders, Mateo Salvini o el primer ministro húngaro Orban, no así la antes socia Giorgia Meloni, ahora separada de todos estos por oponerse a la invasión de Ucrania por los rusos.

Evidentemente es un buen momento para ellos, para Vox y sus socios europeos. Están en la cresta de la ola, favorecidos por un Trump que comparte algunos planteamientos con ellos, y cuyo retorno a la Casa Blanca ha sacudido la política internacional de manera profunda. 

Sin embargo, como pasa a todas las olas, también a la que representa Vox en España, éstas rompen y pierden fuerza.

Analizando los líderes presentes en la Convención y sus discursos, no hubo nada programático más allá de su fobia a los inmigrantes y al perverso Bruselas, y pudimos ver que hay muchas cosas que les separan, con lo que se podría afirmar que lo que reina en Vox es la incoherencia. ¿Y por qué afirmo tal cosa? Veamos.

En primer lugar, Vox proclamado el partido más español y más patriota, no va a poder defender las políticas proteccionistas americanas que supondrán que las exportaciones españolas sean perjudicadas en el mercado americano. Trump es su Dios, pero Trump es un político como decíamos proteccionista, que proclama que América es lo primero, pero que va a perjudicar las exportaciones españolas a Estados Unidos. Hemos empezado por el acero, siendo castigadas ya empresas vascas, seguimos por las grandes empresas de renovables, Acciona o Iberdrola (con muchos miles de españoles como accionistas de las mismas), y acabaremos por los productores del campo andaluz. La respuesta de Vox es mucha demagogia, muchos rollos y justificar lo injustificable.

En segundo lugar, su admirada Le Pen también es una política proteccionista, populista y nacionalista. Los antaño hechos habituales en la frontera, de boicot y de destrucción de los productos del campo español, volverían a producirse con Le Pen presidenta. De la misma manera, podríamos hablar de lo que sucedería con la potente empresa española del automóvil ante un nacionalismo económico francés acentuado. Y todo ello por no hablar de la financiación de sus campañas electorales pasadas por oligarcas rusos.

En tercer lugar, otro de los grandes aclamados del fin de semana, Mateo Salvini, también relacionado con Moscú, fue un apoyo de Puigdemont cuando los hechos golpistas de 2017. También mostró su apoyo a los de Otegi, si apoyó a la Batasuna de siempre, a la que era el brazo político de ETA. Que ahora se fotografíe con Abascal es algo simplemente delirante.

Y por último, y por no seguir, hay que detenerse en el primer ministro Orban, un dirigente que persigue la pluralidad de los medios de comunicación y la independencia de la Justicia…vamos, un precursor de los planes de Sánchez para España. Tildado como el hombre de Putin en Occidente, proclamó en la convención que ya estaba bien de gastar dinero en armar a Ucrania, cuando la defensa de este país es la última esperanza de frenar el expansionismo ruso que se extendería por el continente, en el caso de caer Ucrania. ¿En qué quedamos entonces, con Putin o contra Putin, con el imperialismo militarista ruso o con las libertades en Europa?

Eso sí, todos ellos son enemigos declarados de una Unión Europea, que evidentemente debería estar más preocupada por los problemas de sus ciudadanos, desterrando unos aires burócratas que tanto le ha alejado de los intereses del ciudadano común europeo: una Unión más de los ciudadanos. 

Y por cierto, si algo nos ha enseñado la Historia de Europa, algo que Vox deliberadamente obvia, es que cuando los países de nuestro continente en años pasados han estado dominados por partidos nacionalistas o patriotas, que es lo mismo, las guerras se han sucedido. Y si en algo se ha traducido una Europa unida, ha sido en el periodo de paz más duradero en este continente. 

En definitiva, allá Vox con sus incoherencias y con sus nuevos peligrosos amigos, pero sí estaría bien que empezaran a preocuparse más de los problemas de los ciudadanos de a pie españoles y menos de sus delirios. 

Porque tras el fin de semana, cuando el lunes llegó, Sánchez seguía en La Moncloa y encantado con el despliegue de los aliados de Vox por Madrid. Y lo vital para nuestra nación, por mucho odio que profesen al PP, es que Sánchez deje de ser presidente de nuestro País. Eso es lo patriota.

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -