En este sentido, hizo una reflexión y destacó que algunas empresas del sector de la construcción tienen «excesivo celo en acercarse a los aledaños del poder, ese que adjudica». «Y, a través de esas amistades, amistades peligrosas, todas las constructoras deben tener muy buenas relaciones con el que adjudica obras, pero yo creo que en el caso de Sacyr han sido amistades peligrosas. Primero, le llevaron a quererse quedar con nuestro queridísimo BBVA, pero alguien con la cabeza encima de los hombros debió decir ‘ojo zapatero a tus zapatos’ y después acabó en Repsol», señaló.
Bergareche, que defendió que las grandes empresas «se dediquen a lo suyo y no a entrar en posiciones importantes donde no tienen la gestión de los activos, los balances y de las cuentas de resultados», indicó que, ante la «bajada del ciclo» de los negocios inmobiliario y de construcción, Sacyr «se ha endeudado muchísimo al tomar esa y algunas otras posiciones sobre las que no manda» y ha tenido que poner a la venta «sus papelitos».
«Papelitos que los puede comprar cualquiera, que los podría comprar cualquiera. Esa llamada de atención de ‘ojo que estamos en un sector estratégico’, pues que le vamos a hacer, haber puesto las limitaciones accionariales para que no entre nadie que no se han puesto y, además yo creo que está bien, se han privatizado las compañías y, por lo tanto, cotizan en Bolsa como cualquier otra», apuntó.
En este sentido, preguntado por si contempla la posibilidad de que su accionista Total puje por Repsol y abandone Cepsa, afirmó que «los papelitos son de ellos y podrán hacer lo que quieran».
Tras precisar que esas operaciones requieren del visto bueno del Gobierno, destacó que Cepsa tiene dos accionistas internacionales (IPIC y Total), que «llevan mucho tiempo, no han generado ningún problema y están muy contentos en Cepsa».
Bergareche reconoció que Total puede «perfectamente ser un candidato a comprar esa participación de Repsol», pero indicó que le da la impresión de que «no les interesa».
«No les interesa porque Total coincide con Repsol en Argentina y no están muy contentos de lo que está sucediendo en Argentina y de las posibilidades que tienen, coinciden con ellos en Libia y no quieren crecer en esos países y, por otra parte, Repsol tiene limitados los derechos políticos al 10% y eso no le gusta nada a Total, probablemente lo cambiarían pero de entrada no les gusta», manifestó.
Asimismo, añadió que su consejero de Total en Cepsa que es «el número dos de Total en el mundo» le ha dicho que «no les interesa para nada».
Lukoil
En relación a la posible operación de la empresa rusa Lukoil, Bergareche también destacó que Rusia, aunque es un «país fantástico con unas posibilidades tremendas», todavía «no cumple los mandamientos que no están escritos en ningún sitio que son la homologación con la ortodoxia en la gestión o eso nos parece en Occidente».
En este sentido, cree que todavía tienen «muy mezclado» el Estado con las empresas privadas y, sobre todo, tienen una «altísima dependencia» del sector de gas natural y del petróleo. Bergareche señaló que «se han encendido las alarmas», lo que ha llevado a que «digan ‘bueno si entra una empresa de éstas en una de nuestras grandes empresas en España nos gustaría que cumpliera como cumplen todas las empresas un código de buen gobierno que lleve a una buena gestión». «No se fían por lo visto de que Lukoil pueda hacer una cosa de esas», señaló.
Bergareche indicó que, por otra parte, a Rusia «se le tiene muchísimo respeto» y cree que se dará una estrategia de acercamiento en Europa hacia países con gas natural, entre ellos Rusia, por lo tanto, aseguró que tampoco se puede dar «un portazo a una empresa rusa».
A su juicio, en esta operación la palabra no la tienen los Estados ni la tiene Repsol sino «los bancos que han financiado a Sacyr». En este sentido, señaló que los bancos estarán «mirando si Lukoil les ofrece unas garantías suficientes como para poder sustituir las que tenían en Sacyr».
«Parece ser que se ofrecen garantías bancarias de bancos rusos y los bancos rusos nadie sabe cómo están, primero que son públicos, de dónde vinen las garantías, y segundo porque en el sistema financiero actual todo está en entredicho», señaló.
Por lo tanto, afirmó que hay «muchos ingredientes» para que ésta sea una operación «muy compleja» en la que, finalmente, se venderá ese paquete de Sacyr o «parte del mismo» porque, según recordó, la constructora «ya he hecho caja» vendiendo su participación en Itínere y «entonces la venta será menor y las garantías a aportar menores».
«Que esté Lukoil como accionista de Repsol, pues nos puede escandalizar por lo que he dicho y no nos debería escandalizar porque el mundo está abocado a que si los mercados son libres, las empresas puedan participar en ellos», indicó.
Accionariado de Cepsa
Por otro lado, en relación a la posible venta de la participación del Santander y de Unión Fenosa en Cepsa, Bergareche indicó que las participaciones industriales del banco, teniendo en cuenta la evolución de los grandes entidades bancarias, cada vez «serán menores» y se irán reduciendo «por las necesidades de fortalecer sus recursos propios y porque su objetivo está en la expansión internacional». El presidente de Cepsa indicó que eso hará que el Banco Santander «tarde o temprano vaya disminuyendo su presencia en Cepsa».
En relación a Unión Fenosa, señaló que se pueden ver «obligados» a salir del accionariado por temas regulatorios. En este sentido, manifestó que «lo más razonable» es que Abu Dhabi que «tiene muchísimo dinero, quiere mucho a Cepsa y le gusta mucho Cepsa, sean candidatos a comprar esa participación».
En relación al sector energético en España y, en concreto, del petróleo, Bergareche afirmó que «no hay mucho sitio en España para compañías extranjeras» y añadió que las que existen «funcionan muy bien y cubren el territorio nacional y además se exporta, sobre todo gasolina y fuel oil».
Bergareche recordó que en España hay nueve refinerías, cinco de Repsol y tres de Cepsa, y una que pertenece a BP e insistió en que «no hay sitio para más» y no se prevé que ninguna de estas empresas «venda sus refinerías». «El mercado está cubierto y no es un mercado en el que puedan entrar nuevos jugadores», señaló.
Por otra parte, respecto a posibles consolidaciones en el sector, indicó que hay dos grandes petroleras (Repsol y Cepsa) y es «mejor» para las consumidores que existan dos, aunque «podría haber una, pero no lo sé». «La una sería la fusión de las dos sociedades en una y yo no lo aconsejaría, pero puede ser», añadió.