Los atentados yihadistas de Bruselas y París han despertado una respuesta de la sociedad europea, en algunos casos de rechazo hacia la comunidad musulmana. #StopIslam se convertía en 'trendig topic' mundial en Twitter el día de las explosiones en la capital belga, mientras en España el grupo ultraderechista Hogar Social Madrid se concentraba junto a la Mezquita de la M-30. La palabra que más se repite es islamofobia, ¿pero realmente existe ese fenómeno en nuestro país?
Nos acercamos a la Mezquita de Al Huda, dirigida por el colectivo marroquí del barrio madrileño de Lavapiés. Salah, uno de los miembros de la agrupación que gestiona el templo, explica que los combatientes del Estado Islámico son una ínfima proporción de todos los musulmanes. «Rechazamos cualquier ataque terrorista en cualquier lugar», asegura. Mohamed, por su parte, añade que «si, por ejemplo, hay un atentado en un sitio, el perjudicado es el Islam».
La polémica de Hogar Social Madrid
También visitamos la sede de Hogar Social Madrid en el antiguo edificio del NO-DO. Allí, su portavoz Melisa Ruiz se refiere precisamente a los terroristas. «Nuestra intención no era obviamente quemar la mezquita, sino señalizar un problema que existía y en el lugar donde nosotros creemos que era más adecuado señalizarlo, que era en la Mezquita de la M-30 por financiar a terroristas», dice sobre el incidente del pasado 22 de marzo. Y matiza: «si ocurre un atentado y nosotros queremos señalar dónde están las responsabilidades, debemos ir al foco del problema, que en este caso era una mezquita de origen wahabita».
Los datos hablan por sí solos: el Ministerio del Interior contabilizó 70 hechos relacionados con delitos de odio contra determinadas prácticas y creencias religiosas en 2015, siete más que un año antes. A identificarlos y a luchar contra ellos se dedicará la nueva Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid. Su responsable, el sargento David Martín, señala que «no es lo mismo realizar una pintada en una pared poniendo 'Pedro, te quiero' que hacer una pintada en la puerta de una mezquita de 'Fuera todos los moros de España'. Esas pintadas están afectando no solamente a la libertad religiosa, están afectando a la convivencia», sostiene.
Interés en el desconocimiento
Aunque de un tiempo a esta parte ha mejorado la integración, también persiste el desconocimiento entre las distintas comunidades. Y, quizás, el interés en que esto siga así por parte de algunos sectores minoritarios, como apunta Yusuf Fernández, secretario de la Federación Musulmana de España. «Esos grupos minoritarios intentan utilizar la islamofobia como un factor de rédito político, pero la sociedad española está dirigiéndose hacia un conocimiento mutuo y ese conocimiento siempre es el peor enemigo de los fenómenos de este tipo».
En realidad, la palabra islamofobia no aparece recogida en el diccionario de la Real Academia Española, ni tampoco se contempla una enunciación jurídica del término, pese a su uso en los medios de comunicación. El experto en estudios islámicos de Casa Árabe Javier Rosón recuerda que «si no existe un consenso de lo que es islamofobia, es muy difícil tipificar cada uno de estos delitos”. En cualquier caso, los expertos coinciden: la convivencia es el mejor antídoto contra los prejuicios.