No se puede utilizar un termino tan despectivo como lo es el de la palabra perrera para describir un hogar. Porque este hogar para animales que no tienen familia tiene un nombre y ese es el de Centro de Protección Animal. El mismo nombre adelanta que cualquier animal que se encuentre bajo ese techo dispondrá de protección, cuidado, alimento y, sobretodo, de cariño.
El centro se ocupa de trabajar con una plantilla de empleados que atienden el servicio de recogida de animales abandonados, se encargan de su cuidado día a día, además de contar también con un servicio veterinario que se dedica a la gestión de las instalaciones, a la atención clínica de los animales que se encuentran dentro del centro y se ocupan del servicio de vacunación antirrábica. La mayoría de los trabajadores son veterinarios, y cada uno de ellos con una función diferente. Otra de las tareas del centro va dedicada al control sanitario de animales que sean agresores así como también su valoración de riesgo y agresividad.
No debemos confundir el Centro de Protección Animal de la Comunidad de Madrid con el término “perrera”. Pues este centro se centra principalmente en prestar un servicio de adopción de animales, los cuales están ingresados en las instalaciones. Para poder adoptar en el centro se requiere una cita previa, bien por Internet, por teléfono o de forma presencial en las Oficinas de Atención a la Ciudadanía. Una vez se tenga la cita para la adopción habrá que realizar un sencillo cuestionario para así poder saber las preferencias de cada adoptante. A partir de ahí los trabajadores del centro muestran los animales adecuados para la persona interesada y en ese mismo día se puede recoger la mascota. Es importante saber que uno de los requisitos para poder adoptar es ser mayor de edad, así como también poner el microchip al nombre de la persona responsable y vacunar al animal de todo lo que sea necesario. Finalmente, hay que firmar el documento donde se especifica que el adoptante se hace cargo del animal.
Hay dos servicios de recogida de animales abandonados en la vía pública, uno es un servicio propio con trabajadores del Ayuntamiento, y el otro es el Servicio Veterinario de urgencia (SEVEMUR) que se hace ocupa de atender a los animales abandonados y sin dueño que se encuentran enfermos o heridos en las calles. Los avisos a SEVEMUR solo pueden ser realizados a través de la Policía Municipal y del teléfono de emergencias 112.
En el momento en que se recoge un animal abandonado en la vía pública, el centro se ocupa de localizar al propietario gracias al microchip del animal. Es curioso cómo muchos propietarios resultan ilocalizables, bien porque han abandonado a su mascota y han cambiado de domicilio o porque la mejor opción era dejar a su animal en la calle y desentenderse del problema de tener que recuperarlo. En definitiva, el Centro de Protección Animal es aquel lugar a donde acudir si tu gato o tu perro se ha perdido. Aquí están todos los animales recogidos en la ciudad.
El aumento de mascotas en centros de protección y centros de acogida se debe a la Ley de Sacrificio Cero, que entró en vigor en Madrid en febrero de este año 2017. Es una ley que prohíbe el sacrificio de animales abandonados, los centros de acogida no pueden practicar la eutanasia a estos animales. En la comunidad de Madrid se abandonan al año unos 6.000 animales, la mayoría perros y gatos. Hasta antes de que la ley entrase en vigor, estos animales abandonados no eran ni reclamados ni identificados ni adoptados, sino que se sacrificaban en los centros municipales. Esta ley lo impide.
Actualmente hay entre 80 y 100 gatos y unos 220 perros alojados. No hace mucho el centro llegó a tener alojados unos cuantos caballos, ya que disponen de varias cuadras. Hoy esas cuadras están ocupadas por dos gallinas y un cerdo vietnamita.
Los gatos están instalados en unas gateras en medio del centro, donde pueden moverse libremente y jugar entre ellos. Los gatos son fauna urbana, la forma en la que el centro actúa en torno a los gatos es con el método CES (capturar, esterilizar y soltar). En contacto con las protectoras y las personas que alimentan a esos animales, el centro programa recogidas de gatos para esterilizarlos y después soltarlos de nuevo en las calles.
En cambio, los perros se encuentran en diferentes naves y muchos cachorros se encuentran juntos en el mismo alojamiento. Cada habitación donde se encuentran los perros cuentan con un comedero y un bebedero automático aparte de calefacción en invierno. Hay todo tipo de perros, de raza o cruzados, muchos llevan un año, algunos llevan meses y otros tantos llevan en el centro una eternidad sin encontrar dueño.
Son los cachorros los más demandados a la hora de elegir un animal para adoptar, los perros más difíciles de dar en adopción son los perros potencialmente peligrosos. “El problema que tenemos aquí con los perros potencialmente peligrosos (PPP) es que nos cuesta mucho darlos en adopción, porque cuesta mucho encontrar un adoptante con licencia, que es un requisito legal. Como entran aquí con 3 o 4 años, a la gente le da un poco de miedo llevarse a este tipos de animales. Tenemos un problema que es común al resto de los centros de acogida que se nos van acumulando animales potencialmente peligrosos, y esto no significa que sean agresivos, sino es lo que la ley marca como animales potencialmente peligrosos”, comenta Sofía Ochoa, la jefa de Sección de Participación Ciudadana y Acciones Formativas del centro.
Pero el alivio para los animales que no encuentran una familia viene de la mano del Programa de Voluntariado a través del Ayuntamiento de Madrid.
Los voluntarios se encargan de sacar a pasear a los perros, jugar con ellos y darles más cariño del que ya reciben de los propios trabajadores del centro. Según cuenta Sofía Ochoa, hay una lista enorme de espera para el programa de voluntariado en el centro.
Además, dentro de poco el centro contará con una instalación nueva que únicamente se dedicará a ofrecer ahí el servicio de adopción. Será una parte del edificio independientemente de la recepción, donde actualmente se gestionan ahí también los trámites de adopción.