Las deslumbrantes propuestas turísticas de esta urbe cosmopolita y tradicional rebosan ocio y aventura
Bañada por las aguas del Mediterráneo y con unos arenales de fina arena dorada, Gandia es uno de los más atractivos destinos turísticos del litoral valenciano. Esta pequeña Florencia, tiene como principal baluarte sus Fallas. En la Nit de la Cremà, se queman estas obras de arte en una fiesta que define la vida de los gandienses y su particular cultura.
Son el alma de la ciudad y se celebran desde 1876, todos los años, entre el 16 y el 19 de marzo. Conservando la tradición, todos los años se siguen montando y quemando las fallas, con la diferencia de que actualmente se fabrican por encargo. Cada grupo de falleros encarga la suya a un artista que trabaja en ella durante todo el año. Antes de quemarlas se premian las mejores fallas y los mejores ninots. El ninot más bonito según el jurado, toma el nombre de ninot indultad y se le perdona la quema en las llamas.
Todas ellas disponen de una falla grande y una infantil. Las infantiles, de menor tamaño, son ricas en detalles por lo que son las preferidas por gran parte del público. Cada falla tiene una reina, que representa a su comisión y, durante los días festivos de marzo, todos los falleros y sus bandas de música visitan a través de los pasacalles todas las demás. La también tradicional música fallera es otro elemento impactante durante la celebración.
Todo el día y toda la noche, los asistentes disfrutan de los fuegos artificiales y las tracas que envuelven la ciudad en humo blanco. Cada año va aumentando el número de turistas y visitantes que acuden a las Fallas de Gandia, para contemplar las típicas fiestas valencianas. Pero aquellos que no pueden llegar en esas fechas, tienen siempre a su disposición el Museo Fallero de la ciudad, construido en 2008.
Arena fina y aguas cristalinas en las playas de Gandia
Y si en las Fallas brillan las reinas, en Gandia brillan las playas. La impresionante Playa Nord, pone a disposición de los turistas las más clásicas vacaciones, aquello que siempre hemos llamado veraneo. Sus 700.000 m2 de arena fina y blanca, sus 3 kilómetros de longitud para vivir el mar en estado puro y todos los servicios, la han convertido en un perfecto plan familiar, para ir sobre todo con los pequeños de la casa. Pero esto no es todo si hablamos de mar y playa en esta zona.
La Playa l`Ahuir al norte, es uno de los arenales más exclusivos de la Comunitat Valenciana, ya que a día de hoy se conserva virgen, ya que no ha sido transformada de ningún modo por la mano del hombre. De la misma forma, también podemos perdernos en las playas de Venécia y Rafalcaid, al sur del Grau, que confirman a Gandia como una de las mejores experiencias vacacionales que podemos disfrutar en el mar Mediterráneo.
Un dato que incluso muchos gandienses desconocen, es que el antiguo presidente del Atlético de Madrid, Vicente Calderón Pérez-Cavada y su esposa, María de los Ángeles Suárez, están enterrados en una cripta de la iglesia de Sant Nicolau. Fue un hombre que amó Gandia, y veraneaba asiduamente en la ciudad. Además, invirtió en el desarrollo del turismo de playa a través de la transformación urbanística del Grau.
La Ruta de los Borgia, gastronomía y ocio nocturno
El origen italiano de familia Borgia y su legado impregnan a la ciudad de un ambiente exquisito y Renacentista. Por eso la llamamos la pequeña Florencia. El Palacio Ducal es también un emblema de la afamada Ruta de los Borgia, que nos guía por los principales escenarios y municipios de la zona que describen su apasionante historia. Este monumento es reflejo de la época más esplendorosa que vivió la Gandia y testimonio de un magnífico legado cultural. El viaje, descubre al visitante la huella indeleble de esta saga universal que trajo al mundo dos papas, Alejandro VI y Calixto III, y uno de los personajes más destacados de la Contrarreforma, san Francisco de Borja.
Este viaje en el tiempo hasta el Renacimiento, terminará de forma inevitable en alguno de los maravillosos restaurantes, en los que saborear el plato estrella de la gastronomía gandiense, la Fideuà. La receta, originaria de la ciudad, es uno de los grandes atractivos turísticos. Como idea culinaria, surgió en el primer cuarto del siglo XX, según especifican las crónicas, en una barca de nombre Santa Isabel, con 6 marineros y un ilustre cocinero, Rodríguez Pastor, originario del Grau, que dio forma a parte de la cultura y la tradición gastronómica levantina.
Pero la verdadera oferta gastronómica de este viaje es saborear la ruta de la gastronomía mediterránea. La huerta levantina nos ofrece ingredientes naturales para la elaboración de una excelente cocina, que junto al pescado y el marisco llega directamente de la lonja y, con el arroz, conforman los ingredientes básicos de una cocina que fusiona la tierra y el mar.
Si viajamos a este lugar y queremos imbuirnos en la cultura local, es imprescindible probar el ‘esmorzaret’, el brunch típico valenciano, que tiene como protagonista a un bocadillo relleno de los mejores embutidos, tortillas de diferentes ingredientes, figatells, ternera, pimientos, mayonesa y otros. Acompañados con unas cañas o unos vinos, se convierten en un sencillo manjar. La experiencia culinaria se puede terminar con las deliciosas y también típicas coques de Dacsa, que echaremos de menos muy pronto.
Y si lo que más nos hace disfrutar es el ocio nocturno, con la puesta de sol resurgen gran variedad de excitantes propuestas, como la sala Bacarrá, que a lo largo de 30 años se ha ido adaptando a los nuevos tiempos, pero manteniendo su espectacularidad y la buena música que ha hecho bailar a diferentes generaciones. En un plan más tranquilo, pero igual de atrayente, tenemos el Varadero Café Teatro, que viene apoyando la música en directo en la Playa de Gandia, desde el año 2004. Otra opción es el Beach Club Agua de Coco, que nos ofrece tumbarnos en una hamaca, bañarnos es sus piscinas, o tomar unos deliciosos cócteles. Para los muy románticos, la terraza Bayren, situada en el Hotel Bayren de la playa, nos brinda unas vistas memorables, con un cuidado ambiente para noches memorables.
Una ciudad monumental y museística
Son incontables los espacios monumentales que ofrece esta urbe al visitante. Al margen o no, de la citada Ruta de los borgia, es un placer visitar el Palacio Ducal, en el que incluso podemos hacer un scape room, los Tinglados y el Muelle Pesquero. Pero nos reciben impertérritos la Colegiata de Santa María la Mayor, una magnificente construcción de estilo gótico-catalano-aragonés; el Castell de Bairén, antigua fortificación del sistema defensivo de la Safor; o el Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, que nos impresiona con su arquitectura, sus jardines y su torre gótica. El patio de los naranjos, el claustro mudéjar y la capilla barroca son otras de sus propuestas turísticas.
Pero los culturetas también tienen su espacio, en la gran cantidad de exposiciones temporales y permanentes que se dan lugar en los museos de Gandia. La Fundación Graus Marins, en la que podemos visitar la impresionante ‘Flota del Polit’, con sus fieles reproducciones de veleros y embarcaciones antiguas; el Arqueológico de Gandia (MaGa), cuya colección permanente se centra en la prehistoria de la comarca de la Safor; el Museo Santa Clara, que acoge una de las colecciones más importantes de arte religioso de la Comunitat; y el Museo Fallero, cuya fiesta ha sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La naturaleza y el deporte rodean Gandia
Si nos alejamos de la línea de playa y el Marjal, el escabroso relieve que circunda el municipio le confiere una personalidad única en contrastes, en el que destacan los parajes naturales de la Serra de la Falconera y Les Roques, el Molló de la Creu, el Macizo del Mónduver o el Valle de Marxuquera, entre otros. Un paisaje agreste en el que destaca su belleza natural y nos da la oportunidad de practicar gran cantidad de deportes.
De la misma manera, los amantes de la espeleología, o simplemente los turistas, pueden visitar la Cova Negra, la de Les Miravelles o la Cova del Parpalló, y otros lugares llenos de encanto como el Morabito. Y para los amantes de la naturaleza, en este caso al aire libre, tenemos la posibilidad de realizar actividades como el senderismo de montaña en el Paraje Natural Municipal Parpalló-Borrell, Marxuquera o la Sierra de la Falconera. Sin olvidar deportes acuáticos como el remo, el surf, el Kite, kayax, piragua, motos acuáticas, pesca deportiva o arrastre de banana
La capital de la Safor convertida en Experiencia
Las denominadas Experiencias Turísticas que ofrece sorprenden a propios y extraños. Entre una gran multitud de propuestas, desde aquí recomendamos descubrir los secretos del café en la fábrica de Cafés Climent, en la que aprenderemos cómo se hace el café más valenciano, el ‘cremaet’; o descubrir la relación gastronómica de la familia Borja con la ciudad, a través de guías locales acreditados, o los talleres de paellas y fideuás. De igual forma, podremos divertirnos con una mascletá de sabores en La Visteta de Barx, que ofrece un menú con temática 100% valenciana y fallera; o vivir una experiencia hedonista en pareja con maa habibi, dejándonos sorprender con aromas, música, sensaciones y, sobre todo, con las manos que nos darán un relajante masaje.
Pero, ¿qué sería la vida sin música? Si viajamos a Gandia no lo sabremos, gracias a sus impresionantes ciclos de Jazz y otros géneros, a la variedad de sus conciertos en cualquier mes del año, o a la amplia propuesta cultural en salas de cine, teatros y locales de la noche gandiense. ¿Te lo quieres perder?