La corrupción, esa palabra que parece tan presente en todos los ámbitos de nuestra sociedad, ha alcanzado una nueva cumbre en el mundo del deporte automovilístico.
Una reciente investigación realizada por Estrella Digital, revela presuntos desvíos de fondos y manipulación en la sociedad ‘Circuito del Motor y Promoción Deportiva S.A.’, liderada por Gonzalo Gobert Teigeiro, con la colaboración de Marco Rodríguez, director de Fórmula de Campeones, y Natalia Meneu Canos, jefa de Protocolo y Relaciones Institucionales en el Circuit Ricardo Tormo.
Fórmula de Campeones, Cuna de Campeones y el CETDM se crearon con la misión de formar a jóvenes promesas del motor, un proyecto loable financiado con fondos públicos. Sin embargo, según fuentes internas y documentación a la que ha tenido acceso Estrella Digital, parece que estos fondos no se han dirigido a lo que estaban destinados, la formación de jóvenes pilotos.
El esquema es sencillo pero sofisticado, en lugar de utilizar los fondos para desarrollar programas de formación para pilotos, como debería ser, gran parte de este dinero se habría desviado hacia contratos con empresas controladas por amigos, familiares y trabajadores relacionados con las entidades mencionadas anteriormente. Estas empresas se encargarían de proveer «servicios» de dudoso valor, en algunos casos simplemente ficticios, agotando así los recursos destinados a la formación de los pilotos.
Esta trama de corrupción priva a los jóvenes pilotos de las oportunidades de formación que se les prometieron.
Además del esquema utilizado para desviar fondos, también aparecen indicios de presunta corrupción de otorgar becas a los pilotos más prometedores basándose en sus habilidades y méritos, estos beneficios se estarían dando a aquellos que están dispuestos a participar (previo pago) en este corrupto juego de quid pro quo, a cambio de estas «becas».
Esto plantea una duda: ¿Cuántos talentosos jóvenes pilotos se habrían quedado sin oportunidades debido a este sistema? Y, peor aún, ¿cuántos potenciales campeones se han desilusionado con este deporte que, en vez de premiar la habilidad y la dedicación, parece premiar la complicidad en prácticas corruptas?
Este escándalo también deja un sabor amargo en los ciudadanos que con sus impuestos financia estos programas con la esperanza de ver a futuros campeones representando al país en las competencias internacionales. Sin embargo, estos fondos se habrían utilizado para enriquecer a unos pocos a expensas de otros muchos.
Queremos respuestas y creemos que la justicia debe actuar para investigar esta posible corrupción en el deporte automovilístico. Es hora de que aquellos que hayan podido malversar estos fondos sean llevados ante los tribunales para restablecer el sentido de justicia en el deporte. La formación de nuestros futuros pilotos y la integridad de nuestro deporte dependen de ello.
El camino hacia la excelencia nunca debería estar ensombrecido por la corrupción, y en nuestra búsqueda de los próximos campeones, los méritos y el talento.
Esperamos que la autoridad competente tome medidas adecuadas para investigar la presunta corrupción en la sociedad Circuito del Motor y Promoción Deportiva S.A., y en las entidades Fórmula de Campeones, Cuna de Campeones y CETDM.
Asimismo, creemos fundamental que los contribuyentes y los seguidores del deporte en general, exijan transparencia y responsabilidad. Los ciudadanos deben saber que sus impuestos se utilizan correctamente y que sus ídolos deportivos alcanzan la cima por sus habilidades y no por la corrupción.
Queremos recordar que el verdadero corazón de los deportes, incluyendo el automovilismo, reside en la competencia justa, la dedicación y el espíritu deportivo. No permitamos que se vea manchado por la codicia y la corrupción. Porque el futuro de la Fórmula no debería ser una carrera hacia la corrupción, sino una carrera hacia la excelencia.
Es hora de cambiar el curso, de limpiar la pista y de garantizar que la Fórmula y el deporte en general, vuelva a ser un espacio de competencia limpia, de superación personal y de celebración del talento y la dedicación. No permitamos que el rugido de los motores se vea ahogado por el ruido de la corrupción. Es hora de que el talento vuelva a ser el verdadero protagonista de esta historia. Porque la carrera más importante no es la que se disputa en la pista, sino la que se lucha día a día por la integridad y la justicia.