jueves, noviembre 21, 2024
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Jinete de Picaderos El 90: «Hoy en día la competición no te da ingresos, más bien tiene gastos»

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Manolo Picaero Edited

Al entrar en el Picadero el 90, Manuel Aranda impartía una clase a su sobrino con un caballo llamado Chavero. “Ahora estamos trabajando al trote; lo que estamos haciendo es ejercicios laterales, como pueden ser: cruz adentro, espalda adentro, flexionando el caballo desde la cola a la oreja, para que esté totalmente flexionado por los dos lados”, explica el jinete.

Su sobrino, Yeray, “lleva toda la vida aquí y ya está compitiendo en algunos con concursos de doma clásica y doma vaquera”. Y según Manolo, en Málaga actualmente hay muchos concursos ecuestres, sobre todo, de doma clásica. “Depende de la edad del jinete y del caballo, se organizan de una forma u otra. Normalmente hay muchos concursos para los niños, para que así vayan aprendiendo y haciendo pruebas según su edad y su categoría”.

Las disciplinas que dominan las competiciones en Málaga son: doma clásica, vaquera, Alta Escuela, equitación de trabajo y enganche. Por el contrario, no suelen haber carreras por la provincia, según cuenta.

Chavero, el caballo con el que entrena Yeray, en 5 años “ha estado en la final de Málaga y en la final de Andalucía de doma vaquera conmigo”, explica Manolo, quien asegura que diariamente trabajan con él.  

Cuando le preguntamos por el cambio de manos, sobre si es conflictivo para un caballo que lo monte otro jinete, expone que, en el caso de Chavero, “es más fácil” porque su sobrino “más o menos lo maneja como casi si fuera” él, sin embargo, si es “una persona que no sabe y demás, pues sí lo nota muchísimo” el caballo.

Chavero está destinado mayormente a doma vaquera o puede trabajar también equitación. “Va equipado con una montura vaquera y una cabeza vaquera a dos riendas. Siempre es obligatorio montar, sobre todo a los menores de edad, con casco, y también llevar protectores adelante para que no tenga ninguna lesión el caballo al desplazar una mano con otra. Además, así le protegemos los tendones y las cañas”.

El jinete nos explica que Yeray va montado a la vaquera, con sus botas, sus espuelas y la fusta de ayuda. Hay una variedad de monturas, tales como la inglesa o la española. Además, también existen muchos tipos de “bocados” o cabezales. Manolo detalla que los “caballos tienen herraduras en las cuatro patas para que no se les rompan sus cascos”.

“Cada cierto tiempo hay que herrarlos, vacunarlos cada 6 meses y asearlos. Hay que darles su comida diaria, por la mañana y por la tarde”; y el dentista tiene que venir cada cierto tiempo a arreglarle la boca, asegura.  El veterinario, el herrador y el dentista “tienen que venir cada cierto tiempo para cuidarlos”.

Manolo aprendió de su padre, que fue quien montó el picadero. Y gracias a la experiencia de su padre y su hermano, además de aprender de profesores como Miguel Conejo (que fue quien lo llevó a “lo más grande”) y José María Martín Carrasco, es actualmente jinete, comenta.

Como jinete, Manolo y su caballo, han ganado “8 o 9 veces el campeonato de Andalucía de Alta Escuela”; ha sido dos veces campeón de España de monta española (una vez más subcampeón); y ha obtenido “numerosos premios en doma vaquera, Alta Escuela, doma clásica, enganche, etc. Pero en lo que más premios tengo es en Alta Escuela”. Por lo general, en el proceso participan unos jueces, entonces, quien haga mejor una serie de ejercicios y normativas, es el que gana. Cuando hay concursos más grandes, como el campeonato de España o Andalucía, suele haber dos días de competición y se hace una media.

Un entrenamiento normal de un caballo suele durar entre unos 40 minutos o 1 hora. Aunque “hay caballos que aprenden lo que estamos trabajando en 20 minutos y terminamos; hay otros a los que les cuesta más” “Tampoco tenemos un tiempo concreto, ya que quizás ese día necesita mucha relajación”, explica Manolo. Después del entramiento en pista, suelen dar un paseo por los caminos que bordean el Guadalhorce; por el campo hasta la playa de Sacaba.

Este tipo de espacios destinados a los équidos escasea, sobre todo, en el centro de las ciudades y los modelos urbanos a los que aspiran las administraciones públicas. Los picaderos, al menos en Málaga, están situados en las afueras del centro, el más cercano se encuentra por el Polígono El Viso, según expone Manolo. El suyo, El Picadero de los 90, se encuentra en Los Chopos, en la barriada El Tarajal, del distrito de Campanillas.

“La verdad que suelen molestar ya un poco los animales. Tampoco hay espacio para que los caballos disfruten, porque a ellos lo que les gusta es estar en el campo y la naturaleza”. Añade que “la barriada Los Chopos es igual a como era antes, ha crecido más la zona de El Tarajal. Aquí se vive muy tranquilo porque no hay ruido de nada, solo de los pajarillos y de cuatro perros que hay. Además, no hay tráfico y se puede llegar muy bien”.

Manolo Estrella

¿Cómo te llamas y a qué te dedicas?

Soy Manuel Aranda, del Picadero el 90. Me dedico a los caballos y soy jinete profesional.

¿Por qué jinete?

Porque el picadero lo montó mi padre y bueno, la afición fue a más y ya me dedico a esto profesionalmente, a lo que es el mundo del caballo y la equitación.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos?

Me acuerdo de chiquitillo, que montaba y tenía muchos concursos. Super chico, con unos 3 años o así, aunque ya con esa edad hoy no se compite.

¿Cuál es tu rutina?

Desde que me levanto hago lo que se necesita en el picadero. Me dedico a montar y estoy todo el día montando, desde por la mañana. Cuando llego, pues empiezo a montar un caballo, otro, otro, y así hasta que termina el día. Nosotros estamos aquí sobre las 8, 8 y algo, pero ahora en verano, por el calor, a mediodía dejamos un poco de trabajar hasta que anochece.

Es un trabajo duro, muy sacrificado, ya que un caballo necesita muchas horas. Ten en cuenta que un caballo, por ejemplo, desde que lo coges con unos 3 años para domar (que está cerrero y no tiene nada hecho) hasta que puede competir o estar bien domado, necesita muchas horas y muchos años. A lo mejor necesita cuatro o cinco años diariamente para que esté bien domado. No vale con una vez a la semana, es todos los días. Mientras más, mejor.

¿Qué le recomendarías a alguien que quiera ser jinete?

Lo primero es que se guíe por un profesor porque eso le va a ayudar muchísimo. Va a adelantar mucho en su carrera porque no es lo mismo aprender solo que con un profesional. Aun así, es verdad que actualmente hay muchos vídeos y libros, pero pienso que de la mano de un profesor va a ser más sencillo.

¿Qué diferencias encuentras entre un trabajo como el tuyo

La verdad que no he probado otro trabajo… solo ha sido éste. Pero la verdad que no me veo en una oficina ni en cualquier otro tipo de trabajo. Me gusta tanto esto que no me veo en otro sitio.

¿Qué destacarías de los caballos? ¿Cómo es su personalidad por lo general?

La verdad que su nobleza. Son muy cariñosos, y ellos cuando están bien tratados, comidos y cuidados, te dan su recompensa. Es un mundo muy bonito, la verdad.

Ellos aprenden mucho por repetición, pero son muy inteligentes. Se quedan muy rápido con las cosas, y, de hecho, cuando haces un entrenamiento adecuado tienes tu recompensa.

El caballo de la entrevista

Este caballo se llama Barbour de Torreluna y es propiedad de Francisco Crespo Gardeano. Vino hace unos tres años quizás, y estamos con el entrenamiento diario para que compita. Ya ha tenido varios premios en competiciones de Alta escuela y en equitación de trabajo. Este viernes pasado ha quedado 3º en un concurso de Alta Escuela de la yeguada de la Cartuja, en la prueba de avanzado. Seguiremos mejorándolo y entrenando con él.

¿Has tenido caballos favoritos?

He tenido muchos, empezando por un caballo que crió mi padre, que me lo dio todo. Era jerezano, fue siete veces campeón de Andalucía en Alta Escuela y campeón de España, y actualmente está en América porque lo vendimos. He tenido descarados, leperos, y actualmente él es uno de ellos, Barbo de Torre Luna, y él: Decánoles.

Es un caballo que me ha dado muchas satisfacciones y que ha sido campeón de Andalucía de Alta escuela también. Además, con su propietaria, Ainhoa Martín, ha sido campeón de SICAB en Amazonas (que es mayor dificultad porque vas montado de lado) y campeón de Andalucía en Alta escuela. La verdad que este caballo es el más importante que hay en la cuadra.

¿Cuánto cuesta comprar un caballo y mantenerlo?

Depende del caballo que sea. Hay caballos de 2.000 € y otros de 80.000 €. Depende del caballo, su genealogía, la doma que tenga, la calidad, etc. Y mantenerlo, un caballo bien cuidado cuesta mantenerlo unos 300 o 400 € al mes. Y luego, cuidados de herraje y veterinario van aparte. 

¿Por qué hay veces que un caballo da una coz? ¿Por qué se produce?

Porque a lo mejor el caballo esté cerrero, digamos, como salvaje del campo (para que se entienda). Entonces, las primeras veces que te pongas por detrás o al cepillarlo, como todo es nuevo para él, al notar el cepillo o la mano puede que de una patada. Pero eso es la enseñanza digamos. Pero cuando un caballo está domado y es noble, no suele dar patadas. Tiene que ser un caballo que también venga resabiado, que dé patadas a conciencia a la persona que esté a su alrededor.

¿Qué formas de entrenamiento existen?

Depende de a lo que vaya dedicado el trabajo. Si es para competición, mayormente se suele entrenar en pista; hay caballos que son para ocio, para ferias o romerías. En esos casos se entrena más en el campo y en la ciudad, según para lo que lo quiera el jinete.

Hay diferentes formas de entrenarlos, pero casi siempre es en una pista.

¿Qué consejo a nivel profesional darías a alguien?

Si la persona quiere empezar a montar a caballo y nunca ha tenido un contacto con ellos, le diría que se vaya a algún centro (que aquí en Málaga hay varios) y que se ponga en manos de un profesional que lo guíe. Y el que quiera ser profesional, lo mismo. Que esté cerca de un profesional, que se saque los títulos (que son muy necesarios), y nada, mucho trabajo.

¿Cuál es el estado actual del sector? ¿Se puede vivir de esto?

Hoy en día la competición no te da ingresos, más bien tiene gastos. Si cuentas el transporte del caballo, inscripción, federación y demás… Lo que tienes es la satisfacción. Si vas bien y estás ganando premios, lo que consigues es promoción. Después te llegan caballos para domar. Tienes ingresos, pero a lo largo plazo, cuando te han traído caballos para domar y gente que viene a dar clases. Pero hoy día la competición no te da dinero.

¿Te gustaría expresar algo sobre el sector?

Últimamente lo que ha subido muchísimo es la comida de los caballos. El precio del pienso y la paja es una barbaridad por el tema de la lluvia (sequía), pero bueno, hay que intentar sobrevivir y tirar para adelante. 

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