El Ministerio de Asuntos Exteriores «no tiene previsto, por el momento, ningún plan de evacuación» para una eventual retirada de los 650 militares españoles desplegados en Líbano, según fuentes del Departamento que dirige José Manuel Albares consultadas por ESTRELLA DIGITAL.
En todo caso, «al tratarse de una misión que se desarrolla en el marco de Naciones Unidas (UNIFIL, por sus siglas en inglés), cualquier retirada del contingente español se tendría que coordinar entre el mando de la misión (que ahora mismo ostenta el teniente general español Aroldo Lázaro) y el Ministerio de Defensa», aclaran desde Exteriores.
Tampoco existe plan alguno de evacuación para el millar de españoles que residen en el país, aunque el Departamento que dirige José Manuel Albares ha modificado esta misma semana las recomendaciones de viaje a Líbano y se «ha instado con más urgencia a los españoles que residen en el país a que salgan de allí con los medios posibles, a través de las líneas comerciales que todavía vuelan (que cada vez son menos), por el deterioro de las condiciones de seguridad».
El teniente general Lázaro «está en contacto con las partes libanesa e israelí»
En relación con los militares desplegados en Líbano, desde UNIFIL han informado esta misma semana de que el teniente general Lázaro «ha estado en contacto con las partes libanesa e israelí, haciendo hincapié en la necesidad urgente de reducir la tensión».
También aseguran que «se están realizando esfuerzos para reducir las tensiones y poner fin a los bombardeos» de Israel, una campaña que han definido como «la más intensa» que se ha producido en la región «desde el pasado mes de octubre», cuando comenzó la ofensiva israelí contra Hamás en la franja de Gaza.
«Cualquier nueva escalada de esta peligrosa situación podría tener consecuencias devastadoras y de largo alcance, no sólo para quienes viven a ambos lados de la Línea Azul (que marca la frontera entre Líbano e Israel y que es donde se encuentran los militares españoles), sino también para la región en general».
Desde UNIFIL, misión de la ONU que se estableció en la zona en 2006, precisamente para frenar el conflicto entre Israel y Líbano, han reiterado su «enérgico llamamiento en favor de una solución diplomática» y han «instado a todas las partes a que den prioridad a las vidas de los civiles y garanticen que no se pongan en peligro».
Según informes de las autoridades libanesas, cientos de personas han muerto o han resultado heridas. «Los ataques contra civiles -recuerdan desde Naciones Unidas- no sólo son violaciones del derecho internacional, sino que podrían constituir crímenes de guerra».
Los soldados españoles, recluidos en búnkeres
La ministra de Defensa, Margarita Robles, declaró esta misma semana que la situación es preocupante y que los militares españoles destacados en la zona «han suspendido las patrullas» y están recluidos en «búnkeres».
«Se están tomando todas las medidas de seguridad y de protección necesarias», dijo Robles, lo que incluye el equipamiento individual: cascos, chalecos, etc. «Pero la situación es muy difícil allí -añadió-, porque desde que se produjeron las explosiones de los ‘buscas’ y los walkie-talkies ha habido centenares de muertos».