Tan sólo unas horas después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) hiciesen virales vídeos en los que mostraban arsenales con armamento de Hezbolá cerca de un puesto de la UNIFIL (la misión de la ONU en Líbano); y de que, en su publicación en la red social X (antes, Twitter) sugiriesen que los cascos azules permitían ese tipo de actividades… Netanyahu asegura, también a través de redes sociales, que Israel no está «atacando deliberadamente» a los soldados de la ONU.
El primer ministro israelí ha hecho unas declaraciones, con vídeo incluido, en las que se refiere al ataque directo que sufrieron este domingo los cascos azules desplegados en Ramyah, al sur de Líbano, y asegura que «la acusación de que Israel atacó deliberadamente al personal de UNIFIL es completamente falsa», versión que nada tiene que ver con la información difundida por la ONU tras producirse el ataque.
La UNIFIL (en la que están integrados 650 militares españoles, cuya base está próxima a bombardeos entre Israel y Hezbolá pero no ha sufrido daños hasta el momento) aseguró en un comunicado que, «mientras las fuerzas de mantenimiento de la paz estaban en refugios, dos carros de combate Merkava de las IDF destruyeron la puerta principal de la posición, ingresaron por la fuerza a la posición, lanzaron gases lacrimógenos y 15 efectivos tuvieron que recibir tratamiento por irritaciones de la piel y reacciones gastrointestinales».
Presiones de Israel para echar a los cascos azules de Líbano
Pero Netanyahu sigue insistiendo en que «Israel ha pedido en repetidas ocasiones a UNIFIL que se ponga fuera de peligro», puesto que sus bases militares están próximas a objetivos de Hezbolá, por lo que les ha pedido nuevamente que «salgan» de la zona.
La ONU se mantiene firme en su decisión de seguir en la zona «porque -dicen- la misión de UNIFIL es ahora más necesaria que nunca», a pesar de que, desde que se intensificó el conflicto entre Israel y Hezbolá, los cascos azules (también los españoles) están recluidos en búnkeres y ya hace días que suspendieron las patrullas que efectuaban por la frontera entre Israel y Líbano.
En su declaración de este lunes, 14 de octubre, Netanyahu parece querer desmarcarse de la complicidad sugerida por las IDF entre la ONU y Hezbolá, en otra maniobra más para presionar a las fuerzas de la UNIFIL para que salgan de Líbano.
El alto mandatario israelí les pide que se vayan y, al contrario de lo que sugirieron las IDF en la red social X (consiguiendo que ese contenido se hiciera viral y se volviese en contra de los cascos azules de Naciones Unidas), simplemente se refiere a que «Hezbolá utiliza las instalaciones y posiciones» de los cascos azules «como cobertura, mientras ataca ciudades y comunidades israelíes».