Israel eliminó este jueves a Yahya Sinwar, el principal líder de Hamás y presunto cerebro detrás de los atentados del 7 de octubre, en el marco de su campaña dirigida a neutralizar a las principales figuras de Hamás y Hezbolá. Esta operación, que lleva más de un año en marcha, ha sido parte del esfuerzo de Israel por debilitar a estos grupos. Tras conocerse la noticia de su muerte, tanto los familiares de los rehenes como la oposición israelí solicitaron que se utilice esta situación para facilitar la liberación de los 101 rehenes que aún permanecen en Gaza. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que este hecho representa «el comienzo del fin para Hamás», pero subrayó que aún queda trabajo por hacer.
Netanyahu, en sus declaraciones, envió un mensaje directo a los militantes de Hamás que mantienen a los rehenes: «Les permitiremos irse y vivir». Además, destacó que el retorno de los rehenes puede ser un paso clave hacia el fin del conflicto. En esta misma línea, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó la muerte de Sinwar como una oportunidad para buscar una resolución pacífica. Según Biden, Sinwar representaba un obstáculo importante para alcanzar esos objetivos, y aunque su eliminación es significativa, aún queda mucho por hacer.
El Foro de Familias de Rehenes emitió un comunicado en el que instaron al gobierno israelí y a la comunidad internacional a convertir este logro militar en un avance diplomático que permita alcanzar un acuerdo para la liberación de los rehenes. En el comunicado, recalcaron que entre los rehenes hay hombres, mujeres y niños. Yair Lapid, líder de la oposición, también instó al gobierno a aprovechar esta oportunidad para lograr un acuerdo, sugiriendo recompensas monetarias y un salvoconducto para quienes entreguen a los rehenes a las fuerzas israelíes, según su publicación en la red social X.
Israel también ha focalizado sus operaciones en líderes de Hezbolá, como el secretario general Hassan Nasrallah y Hashim Safi al-Din, quien fue jefe del Consejo Ejecutivo de la organización. Nasrallah lideró la transformación de Hezbolá en una fuerza política y militar clave en Líbano, pero fue eliminado recientemente por Israel, lo que representa otro golpe significativo a la organización chií respaldada por Irán.
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