«Estamos con la moral bien alta, todo está bien, con unos compañeros de 10 y continuamos haciendo nuestro trabajo para ayudar a la población civil, que hoy, más que nunca, nos necesita».
Así, en resumen, es el mensaje tranquilizador que los militares españoles desplegados en Líbano han querido enviar a sus familiares y a la sociedad española en general.
En él aseguran que ya están «trabajando prácticamente con normalidad», a pesar del conflicto armado entre Israel y Hezbolá que se está librando en zonas próximas a sus cuarteles, de los ataques que está sufriendo el cuartel general de la UNIFIL (la misión de la ONU en Líbano) por parte de Israel y del difícil papel que ellos están desempeñando en este conflicto.
Estos mensajes que intentan ser tranquilizadores han sido difundidos a través de un vídeo que el Estado Mayor de la Defensa ha publicado en redes sociales como X (antes Twitter).
Un dron «de origen desconocido» se aproximó esta semana a buques de los cascos azules
Y en él, hombres y mujeres de la Brigada Aragón (unidad del Ejército de Tierra actualmente desplegada en Líbano con 650 efectivos) parecen tranquilos, aunque llevan semanas adoptando diferentes medidas de seguridad (por ejemplo, estar recluidos en búnkeres) ante la escalada de tensión que se está produciendo en la zona.
De hecho, la última acción contra los cascos azules de la ONU desplegados en Líbano se ha producido esta misma semana, cuando un dron «de origen desconocido» se aproximó a uno de los buques de la fuerza marítima de la UNIFIL, según han informado desde la propia misión de la ONU.
«De acuerdo con el procedimiento, se utilizaron contramedidas electrónicas y el dron cayó y explotó por sí solo», explican desde UNIFIL. «Estamos estudiando el asunto», concluyen.