No todos los días un periodista puede tener acceso a uno de los agentes de los servicios secretos españoles (el actual Centro Nacional de Inteligencia) más representativos en la lucha contra el terrorismo de ETA.
Sobre él se escribió un libro; de su heroica hazaña se filmó una película. Este martes, 12 de octubre, ESTRELLA DIGITAL, gracias a Raúl Felipe, vicepresidente de la ‘Asociación Santos Ángeles Custodios‘, ha estado con ‘El Lobo’, el operativo de los servicios de Inteligencia españoles que se infiltró en ETA entre los años 1973 y 1975 bajo el alias de ‘Gorka’ y al que le costó tan sólo «dos días» tomar una decisión que le cambió la vida.
Mikel Lejarza, que así se llama, ha hablado hoy, con gorra y gafas oscuras, y todavía, a día de hoy, rodeado de escoltas, ante los centenares de agentes de servicios de Información, Inteligencia… que están asistiendo al OsintomatiCOPS , un Congreso organizado por la Asociación Santos Ángeles Custodios (Jezer, Roberto y Raúl), en colaboración con otras entidades, y que está considerado el Congreso de Inteligencia más importante de Europa.
El equipo de ESTRELLA DIGITAL ha escuchado su escalofriante y admirable relato durante el Congreso y, tras los intensos e interminables aplausos que ha recibido al finalizar su intervención, y ya a cara descubierta, ha conocido a ‘El Lobo’ como hombre, no como agente de los servicios secretos.
Ha conocido a un Mikel Lejarza enamorado de los lugares con mar, con hablar pausado y acento de su tierra (Vizcaya) y creyente confeso. Él está convencido de que «su Virgen» le ha «ayudado en todas las situaciones que ha tenido que sortear en la vida. No sólo cuando, como infiltrado de ETA, vivió situaciones que pusieron en peligro su vida; también cuando se tuvo que someter a una operación de corazón que le ha dejado una cicatriz que le atraviesa todo el torso.
«El enemigo aprende cada día sobre nuevas tecnologías y nosotros también tenemos que aprender, formarnos y coordinarlos para combatir el terrorismo»
En el marco del Congreso, ‘El Lobo’ ha puesto sobre la mesa la importancia de la «coordinación» entre los diferentes servicios, unidades, efectivos… que actúan en la lucha contra el terrorismo, poniendo el punto de mira en la vertiente yihadista de esta lacra que, ha dicho, «seguirá existiendo, pero a la que tenemos que seguir combatiendo».
Ha advertido de lo «difícil que es luchar contra las células durmientes» del terrorismo yihadista y ha asegurado que precisamente este tipo de terrorismo «es el más complicado de todos», «pero estoy absolutamente convencido -ha subrayado- que en España somos punteros» en esta materia.
Se ha referido, y era lo propio en un Congreso en el que se están abordando temáticas relacionadas con el cibercrimen, el ciberterrorismo, las ciberamenazas…, a esas nuevas tecnologías que «hay que conocer, formarse continuamente y coordinarse, porque el enemigo -ha enfatizado- aprende día a día y nosotros también tenemos que aprender».
«Las nuevas tecnologías no son nada sin el factor humano, que es la clave de todo»
Pero el hombre que, con pocos medios y sin esas tecnologías, combatió a ETA desde las entrañas de la organización, llegando incluso a formar parte del Comité Ejecutivo de la banda terrorista, ha querido poner hoy el valor «en el factor humano».
«Soy ya un elefante viejo» (ha dicho, tras haber pasado ya los 70 años de edad), y la vida, su trayectoria profesional en múltiples escenarios en diferentes partes del mundo, le ha demostrado, y así lo ha expresado, «que, aunque exista por ejemplo la Inteligencia Artificial, el factor humano es la clave de todo».
«Sufrir con ellos la operación de Sokoa me dio más peso dentro de ETA»
Nadie se ha movido de su asiento, nadie ha pestañeado (por decirlo metafóricamente) durante los alrededor de 20 minutos que ha durado la charla de ‘El Lobo’. Y, sin duda, los momentos más intensos se han producido cuando ha rememorado esos tres años que ‘formó parte’ de la organización criminal.
Como aquella ocasión en la que, antes de que se celebrase una reunión del Comité Ejecutivo de ETA en la población vasco-francesa de Sokoa, le avisaron de que no estuviese en dicha reunión a una determinada hora. «Tenía que estar; si no, sospecharían». Le insistieron, pero él acudió.
«Según iban avanzando las agujas del reloj, me iban entrando los sudores», admite. Se iba a realizar una operación con explosivos contra la cúpula de ETA. Él, que se quedó en la reunión, también lo sufrió, aunque finalmente no hubo víctimas. «Estar con ellos en ese momento me dio más peso dentro de la organización», explica.
Años después, precisamente en Sokoa, se llevó a cabo una de las operaciones más importantes contra ETA, que se saldó con 11 detenciones, entre ellos José Luis Arrieta Zubimendi ‘Azkoiti’, en ese momento responsable de las finanzas de la organización terrorista.
«Alguien avisó de que había un infiltrado y me llevaron a las afueras de Madrid»
‘El Lobo’ también ha recordado cómo pasaba los informes a sus compañeros de los servicios secretos dejando señuelos en su vehículo y tirándolos por la ventanilla. O cómo, en ocasiones, tenía que caminar más de 15 kilómetros para hacer una llamada de teléfono… en años en los que la telefonía móvil todavía no existía.
«Sí, a veces el susto era tremendo -reconoce-, pero la adrenalina que tienes en esos momentos te da fuerza para seguir con la operación». Incluso cuando, como ha relatado, sobre él se dispararon más de 2.000 casquillos de bala por una persecución policial en la que los efectivos intervinientes no sabían quién era ‘El Lobo’.
Y es que, para cualquier agente de los servicios secretos, ésa es la clave: que no se sepa quién es. Y la banda terrorista ETA no lo supo, aunque hubo un momento crítico cuando «alguien avisó de que había un infiltrado» y algunos miembros de la cúpula de la banda se lo llevaron a las afueras de Madrid.
Los dos líderes de la organización terrorista le increparon y le interrogaron para saber si era él. «A mí, que no me lo esperaba, me entró la risa; les di mis armas y les dije que si no iban a confiar en mí, que me alejaba andando y que me disparasen por la espalda, como solían hacer en sus atentados, aunque esto último no se lo dije», comenta en tono de sorna.
No lo hicieron. Y, una vez pasado el trance, «un compañero me dijo que él ya lo sabía, que sabían que ETA sospechaba de mí». ‘El Lobo’, con la cara desencajada, les cuestionó que no se lo hubieran comunicado. Sus compañeros le respondieron: «Si te lo hubiésemos dicho, seguramente no habrías actuado como lo has hecho… y ahora podrías estar muerto».
‘El Lobo’ fue uno de los primeros artífices para que se iniciase el principio del fin del ETA
La de Mikel Lejarza ha sido una de las muchas, y numerosas, intervenciones que están teniendo lugar en el Congreso OsintomatiCOPS. Todas interesantes, todas formativas, algunas impactantes… Pero ninguna como el testimonio en primera persona de uno de los primeros artífices de que la banda terrorista ETA, que tuvo (nos tuvo) atemorizados a los españoles durante 60 años de historia, iniciase el principio del fin.
Al Congreso OsintomatiCOPS están asistiendo representantes de la Secretaría de Estado de Seguridad, Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d’Esquadra, Ertzaintza, Policía Municipal de Madrid, miembros de las Fuerzas Armadas, del Mando Conjunto del Ciberespacio, y efectivos de los servicios de Inteligencia de diferentes países, entre otros.