Los cascos azules de la ONU desplegados en Líbano ha sido objeto de un tiroteo en el que no ha habido heridos, pero desde la misión de Naciones Unidas en la zona (UNIFIL, por sus siglas en inglés) han informado de que se ha iniciado una investigación.
El intercambio de disparos entre atacantes y cascos azules, que tuvieron que responder «disparando desde sus vehículos», se produjo este jueves, cerca de Qallawiyah, a unos 30 kilómetros de la frontera sur de Líbano con Israel y a más de 30 kilómetros de donde se encuentra el contingente español, que, como informó Defensa, ya está siendo relevado.
Según las explicaciones ofrecidas por la UNIFIL, los cascos azules habían observado un alijo de municiones cerca de la carretera y, tras informar a las Fuerzas Armadas libanesas, continuaron con la ruta que tenían prevista.
Recibieron, al menos, 30 disparos
Pero, «poco después, se bajaron de su vehículo para retirar algunos escombros de la carretera y, al regresar a sus vehículos, dos o tres personas desconocidas dispararon aproximadamente 30 veces en su dirección».
Insisten desde la ONU que los cascos azules «respondieron disparando desde sus vehículos y se trasladaron a un lugar seguro». No tienen claro «si el descubrimiento del alijo de armas y el ataque están directamente relacionados». Hemos iniciado una investigación», pero advierten, como ya han hecho en ocasiones anteriores, «que el personal de mantenimiento de la paz nunca puede ser objeto de ataques».
Ello supone, y así lo recuerdan desde la UNIFIL, «una violación flagrante del derecho internacional y de la Resolución 1701″. Asimismo, recuerdan a las autoridades libanesas «su responsabilidad de garantizar la seguridad del personal de mantenimiento de la paz que está llevando a cabo una labor delicada e importante en el territorio libanés».