Un total de 90 familias de guardias civiles de Toledo han sido obligadas a desalojar los pabellones en los que viven, en la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, antes del próximo 15 de febrero. Se lo han comunicado este miércoles 22 de enero, en una reunión que se ha celebrado con carácter de urgencia y que ha provocado «llantos e indignación» entre los guardias y sus familias, según ha podido saber ESTRELLA DIGITAL.
En las próximas semanas también tendrán que hacerlo otras 70 familias más. El motivo es que dichas viviendas (pabellones, en terminología castrense) serán demolidas, junto con la totalidad de instalaciones de la Comandancia, porque el estado en el que se encuentran hace peligrar la vida de quienes residen en ellas. Todos son miembros de la institución, junto con sus familias.
Pero la obligación de desalojo que se ha producido este miércoles les ha llegado un mes y medio después de que la propia Dirección General de la Guardia Civil, la misma que ahora fuerza su marcha de los que hasta ahora han sido sus hogares, certificase en un escrito oficial, al que ha tenido acceso este medio, que «la seguridad de las personas» que vivían (y viven) «en esos pabellones» estaba «garantizada».
Un total de 160 familias residiendo en viviendas apuntaladas
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) llevaba años denunciando la situación en la que se encuentran los pabellones. En ellos residen un total de 160 familias entre puntales de construcción, las columnas provisionales que se utilizan precisamente para apuntalar viviendas por daños en su estructura y con riesgo de derrumbe. Pero, a pesar de esos puntales, las viviendas eran «seguras», según la Dirección General del Cuerpo.
Ahora, un mes y medio después, ya no lo son. Ni debían serlo hace, al menos, tres años, cuando la Dirección General de la Guardia Civil, con Mercedes González al frente, y el propio Ministerio del Interior habían previsto «obras de emergencia» en la Comandancia toledana por los «graves daños estructurales» que presentaban las instalaciones.
4 de diciembre de 2024: «La seguridad de las personas que viven en esos pabellones está garantizada»
De hecho, dado que esas obras nunca se realizaron, y puesto que las viviendas estaban en mal estado, el entonces coronel Francisco Javier Vélez, jefe de la Comandancia (ahora general de brigada, recién nombrado jefe de la Segunda Zona de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha), solicitó información a la Dirección General, en noviembre de 2024, en relación con unos «trabajos» que se estaban realizando en el interior de los pabellones.
Con fecha 4 de diciembre, el Mando de Apoyo de la Dirección General, cuyo jefe es el teniente general José Luis Tovar, remitía el escrito de respuesta, «como ampliación» a un correo electrónico enviado un mes antes, en el que se hacía constar que estos «trabajos» consistían en «estudios técnicos y catas en los inmuebles» que presentaban «patologías» para determinar qué hacer en ellos.
En ese mismo escrito, que lleva el membrete del Ministerio del Interior y de la Dirección General de la Guardia Civil, se informaba al coronel jefe de la Comandancia que, para «prevenir posibles desprendimientos» se habían instalado «apuntalamientos», pero que la «seguridad» estaba «garantizada».
«Ahora tienen que desalojar sus casas los compañeros (y sus familias) que viven en los bloques del 5 al 13; y el resto de pabellones (del 14 al 20, en los que residen otras 70 familias) se desalojarán también en las próximas semanas», han confirmado fuentes de AUGC a este medio.
