No hay informe técnico que justifique el desalojo inmediato de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo. O, al menos, la Dirección General de la Guardia Civil no se lo ha remitido al general jefe de la Zona de Castilla-La Mancha y al propio coronel de la Comandancia.
De ahí que los 90 guardias civiles (y sus familias, con menores incluidos) que, sobre la base de ese ‘informe fantasma‘, tienen que desalojar con carácter inminente sus viviendas, hayan pedido una moratoria para que, quien quiera, pueda permanecer en ellas hasta, al menos, el 30 de junio, cuando está previsto realizar la segunda fase del desalojo, que afecta a otras 70 familias.
Reunión de AUGC con los guardias civiles (y sus familias) afectados por el desalojo de la Comandancia
Este mismo martes 28 de enero, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) está reunida con los guardias civiles que viven en los pabellones de la Comandancia. En primer lugar, para atender sus «necesidades más inmediatas«; en segundo, para determinar «cuáles serán los siguiente pasos a dar» ante esta insólita situación en la que, para más inri, la directora general del Cuerpo, Mercedes González, «no ha dado la cara«.
Así se expresa Daniel Timón, representante jurídico de AUGC, en una entrevista concedida a ESTRELLA DIGITAL, en la que afirma que, tras 42 años de servicio (ahora está retirado), se ha «implicado a nivel personal con los compañeros afectados», que ahora se ven obligados a «buscarse la vida» para cambiar de alojamiento, «con lo que ello implica para la escolarización de sus hijos, por ejemplo», dice indignado.
No hay informe técnico relativo al peligro que supondría permanecer en las viviendas que deben desalojarse en la primera fase
La reunión de este martes se produce un día después de que el propio jefe de la Segunda Zona de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, general Francisco Javier Vélez, y el jefe de la Comandancia, coronel José María Gil, mantuviesen un encuentro con los guardias civiles afectados.
En esa reunión, celebrada ayer (lunes 27 de enero), ninguno de los dos mandos mostró, «porque la Dirección General de la Guardia Civil no se lo ha hecho llegar», dice convencido Timón, el informe técnico de los arquitectos en el que supuestamente se recoge que los edificios no son habitables por riesgo para la seguridad de sus inquilinos.
«¿Dónde está el informe? ¿Cómo es posible que las viviendas hayan pasado de ser seguras a no serlo?»
Un informe, además, que se habría elaborado tan sólo mes y medio después de que el 4 de diciembre la Dirección General garantizase, en un escrito al que tuvo acceso ESTRELLA DIGITAL, que se podía permanecer en los pabellones porque «la seguridad estaba garantizada».
Ante la pregunta de por qué quieren los guardias y sus familias continuar viviendo en unos pabellones que no son seguros, Timón responde con otras dos cuestiones: «¿Dónde está el informe técnico en el que se justifica la urgencia del desalojo? y ¿cómo es posible que en tan pocos días las viviendas hayan pasado de ser seguras a no serlo?».
El 14 de diciembre se adjudicó a un guardia civil recién destinado a Toledo una de las viviendas que ahora deben ser desalojadas
La situación es tan surrealista que, según ha podido saber ESTRELLA DIGITAL, el 14 de diciembre la Dirección General adjudicó uno de los pabellones que ahora deben ser desalojados en este primera fase a un miembro de la Institución recién destinado a la Comandancia de Toledo. «Este compañero -explica Timón-, invirtió dinero en reformar y adecuar una vivienda que ahora tiene la obligación de desalojar».
De ahí que en la reunión de esta tarde, a la que también asiste el secretario general de AUGC, Juan Fernández, haya varios temas a tratar, ante la supuesta negativa que habría dado la Dirección General de la Guardia Civil para conceder la moratoria.
Y Timón se pregunta en voz alta: «¿En 15 días se ha deteriorado tanto el edificio como para salir corriendo?».
Los menores, los más perjudicados por la urgencia del desalojo
Al final, la moneda tiene dos caras. «Se les ha dicho que les pagan la mudanza; se ha puesto a disposición de ellos agencias inmobiliarias; se les han ofrecido pabellones (viviendas) en otros puestos de la Guardia Civil de localidades cercanas a Toledo…», explica Timón.
Pero la cruz de la moneda es la siguiente: «Ya hubo un caso en el que al final no se pagó la mudanza; Toledo no tiene capacidad para ‘absorber’ a tantas familias; los alquileres han subido desde que comenzó esta situación; y en los cuarteles de la Guardia Civil de pueblos cercanos no hay sitio para todos».
Y, en medio de este panorama, se encuentran los hijos menores de los guardias civiles destinados en Toledo, algunos de los cuales, si no se encuentra una solución, se verán obligados a cambiar de colegio, de amigos, de entorno… a mitad del curso escolar. «La responsable es la directora general, porque es vergonzoso que a estas alturas no haya hablado con las familias», concluye Daniel Timón.