La ministra de Defensa, Margarita Robles, se reunirá este jueves 6 de febrero con Indra, según ha podido saber ESTRELLA DIGITAL, que es la principal empresa adjudicataria del programa 8×8, el vehículo blindado con que se dotará al Ejército de Tierra… cuando el consorcio TESS Defence (en el que, además de Indra -que tiene la mayoría de las acciones-, están Escribano, Sapa y Santa Bárbara) logre cumplir con los plazos de entrega a los que se había comprometido.
El contrato, de 2.500 millones de euros, se suscribió en agosto de 2020 y en él se determinaba que, en un plazo máximo de 10 años, el Ejército de Tierra debía contar con 348 Vehículos de Combate sobre Ruedas (VCR) 8X8 ‘Dragón’, a entregar en diferentes plazos.
A día de hoy, el Ejército de Tierra no tiene ni un solo 8×8, a pesar de que en 2024 ya debía tener en dotación alrededor de 100 unidades. Pero el contrato se ha ido renegociando, Defensa ha impuesto penalizaciones por los retrasos y ahora, casi cinco años después, se espera que este mes de febrero se entreguen 92 vehículos, según fuentes del Departamento que dirige Robles a las que ha tenido acceso ESTRELLA DIGITAL.
Pero otras fuentes consultadas, cercanas al consorcio empresarial, aseguran a este medio que «es imposible que se entreguen esas unidades». De hecho, afirman que podrán entregarse «alrededor de una veintena».
Precisamente para determinar cuántos 8×8 recibirá finalmente el Ejército de Tierra antes de que concluya el mes de febrero Robles mantendrá mañana la reunión con Indra (empresa estatal) y, en caso de que vuelvan a incumplirse los plazos, la ministra no descarta imponer nuevas sanciones, según las fuentes consultadas.
El 8×8 es vital para que los militares gocen de una mayor protección en las misiones que desarrollan
Y es que, el VCR 8×8 es un programa estrella para el Ejército de Tierra, que lleva décadas demandando un nuevo vehículo que sustituya a los ya obsoletos BMR (Blindados Medios sobre Ruedas), porque con el nuevo vehículo los militares gozarán de una mayor protección y eficacia en las misiones que tienen asignadas.
Pero desde que se firmó la adjudicación del contrato, el 8×8 se ha convertido en una pesadilla para el Ministerio de Defensa y también para el Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) de Tierra.
Precisamente fuentes del MALE aseguraban en diciembre a ESTRELLA DIGITAL que esperaban «buenas noticias» para el día 15 de ese mes. Pero esas «buenas noticias» no llegaron, porque los vehículos no se entregaron, tal y como estaba previsto. «Ya lo único que queremos es que, cuando nos lleguen, que lleguen bien».
Se referían con ello a todos los requerimientos operativos que se han ido haciendo a lo largo de estos años para mejorar el que está considerado «el programa de más envergadura y demandante que se ha iniciado jamás en el Ejército de Tierra».
«Los retrasos no son sólo culpa nuestra», afirman las empresas adjudicatarias del contrato del 8×8
Y precisamente esos nuevos requerimientos operativos que se han ido realizando «sobre la marcha» desde que se firmó el contrato han sido también un obstáculo al que han tenido que ir haciendo frente algunas de las empresas adjudicatarias, según fuentes del consorcio a las que ha tenido acceso este medio.
«Los retrasos -añaden esas fuentes- no sólo han sido culpa nuestra, porque si no paras de plantear nuevas exigencias, nunca tendrás el vehículo». Es más, las empresas también ponen en el punto de mira al Departamento que dirige Margarita Robles.
ESTRELLA DIGITAL ha sabido que Defensa «no ha cumplido plazos en las adjudicaciones que debía ir haciendo para el desarrollo de algunos de los elementos o sistemas que integrarán los nuevos 8×8″, aseguran fuentes de algunas de las empresas de TESS Defence.
De hecho, en el mes de noviembre los sistemas del 8×8 todavía no estaban «maduros para poder montarse». Entre otras cosas, porque Defensa «permitió que, aunque los sistemas no estuvieran maduros en la primera fase (la que incluía los prototipos del 8×8), se siguiera desarrollando la segunda fase».
Es decir, que sin que los prototipos estuvieran preparados para iniciar la fase de fabricación, «Defensa urgió a las empresas a que comenzasen esa segunda fase», según afirman fuentes del consorcio.
De hecho, algo similar ocurrió con el programa del vehículo de combate de Infantería Pizarro, que estuvo parado durante años «y llegaron a saltar todas las garantías de muchos sistemas porque la transmisión no estaba terminada».
«El cliente ha ido aceptando la renegociación del contrato, a pesar de que en algunos momentos nos han penalizado»
Pero, en definitiva, lo que aseguran fuentes del consorcio es que los retrasos «los ha ido aceptando el cliente (es decir, el Ministerio de Defensa) e incluso se aceptará la entrega de vehículos sin que cumplan todos los requerimientos operativos que inicialmente se había planteado».
«En este tipo de programas -añaden- es normal que vayan surgiendo problemas y que los clientes hagan concesiones». Esto quiere decir que «rebajen sus expectativas» con respecto a los vehículos. De hecho, las mismas fuentes aseguran que, aunque TESS Defence ha asegurado que el VCR 8×8 ha superado con éxito las pruebas de rodadura y fiabilidad, tras recorrer más de 2.000 kilómetros en diferentes condiciones de terreno, «lo normal es que este tipo de pruebas se efectúen en recorridos de 10.000 a 15.000 kilómetros».
«Es verdad que en algunos momentos nos han penalizado por incumplimientos -explican-, pero también es cierto que se ha ido aceptando esa renegociación de los calendarios». (Penalizaciones, por cierto, que empresas como Indra, que pertenece al Gobierno, aceptó, aunque perjudicase a otras compañías del consorcio que no son estatales).
A modo de ejemplo indican: «Imagina que tú hoy tienes que entregar una rueda y no la entregas; te penalizan pero te dan un nuevo plazo de otro año para que la entregues; entonces, así puedes llegar al infinito, porque si tú no eres capaz de hacer la rueda y el cliente te está aceptando nuevos plazos… pues nunca tendrás nada».
Y eso es debido a que «siempre hay una nueva mejora que se puede introducir, pero si no paras de introducir mejoras… jamás tendrás nada», porque, por ejemplo, «uno de los retrasos se produce porque, en 2024, el Ejército de Tierra todavía no había definido la radio del 8×8″, y admitió que «uno de los retrasos no era culpa de las empresas sino de ellos mismos», concluyen.
Ángel Escribano, el hombre que, desde Indra, podría impulsar las entregas del 8×8
Así las cosas, y tras hablar con fuentes de Defensa, el Departamento de dirige Margarita Robles ahora está convencido de que los 92 vehículos comprometidos se entregarán según lo previsto. De hecho, la propia ministra -aseguran estas fuentes- confían en este nuevo compromiso de entrega porque, con la llegada de Ángel Escribano a Indra como presidente, y teniendo en cuenta que Indra posee más del 50 % de las acciones de TESS Defence, «el programa se ha acelerado mucho».
Una afirmación, no obstante, que no deja de llamar la atención, porque, aunque es cierto que Ángel Escribano y su hermano Javier (ahora presidente del Grupo Escribano), han impulsado considerablemente la empresa familiar en los últimos siete años y la han convertido en un referente en el sector, el nuevo presidente de Indra no lleva ni un mes en el cargo.
Pero, al margen de consideraciones temporales, en Defensa confían en el liderazgo de Ángel Escribano para impulsar también la entrega de los 8×8, y en el Ejército de Tierra esperan que sea así, porque la seguridad de sus tropas depende de ello.
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