La reunión que han mantenido este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para abordar el aumento del gasto en Defensa ha concluido sin acuerdo, dejando en evidencia la profunda brecha que separa a los socios de la coalición. De modo que, mientras Sánchez insiste en elevar el presupuesto militar hasta el 2% del PIB antes de 2029, Sumar rechaza esta hoja de ruta y apuesta por una estrategia de seguridad basada en la autonomía europea y la cohesión social.
El encuentro, que se prolongó durante aproximadamente dos horas en el Palacio de la Moncloa, tenía como objetivo acercar posturas antes de la ronda de reuniones que Sánchez mantendrá con los líderes parlamentarios —exceptuando a Vox— para analizar la situación en Ucrania y defender su estrategia de seguridad. Sin embargo, la falta de consenso ha sido tal que ni siquiera han logrado acordar un comunicado conjunto tras la reunión.
En este contexto, fuentes de Sumar aseguran que Díaz ha defendido un modelo de seguridad europeo “autónomo, que proteja derechos sociales y fomente la paz”. “El aumento del gasto en Defensa de los Estados miembros de forma individual no garantiza la superación de los problemas de coordinación y falta de interoperabilidad de las Fuerzas Armadas de los distintos países de la Unión Europea. No garantiza una mayor autonomía estratégica ni mayores cuotas de seguridad compartida”, subraya el comunicado oficial emitido por Sumar.
Por su parte, fuentes gubernamentales aseguran que el encuentro se ha desarrollado en un tono cordial, sugiriendo que el presidente del Gobierno ha intentado disipar las dudas de su socio de coalición garantizando que este incremento presupuestario en materia de Defensa “no supondrá una merma en el gasto social”. No obstante, el comunicado emitido por Sumar da a entender que el argumento del mandatario español no ha sido suficiente para acercar posiciones, al asegurar que “Díaz y Sánchez han acordado seguir desarrollando una propuesta conjunta en las próximas semanas”.
El choque entre ambas posturas se produce en un contexto de creciente tensión internacional, marcado por la guerra en Ucrania y la incertidumbre que genera la posible vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Dos elementos que han llevado tanto a la OTAN como a la Unión Europea a intensificar la presión para que los Estados miembros refuercen su inversión en Defensa, una demanda que Sánchez ha acogido con la intención de “acelerar” el cumplimiento del compromiso del 2 % del PIB a una fecha aún por concretar.
Sin embargo, más allá de las discrepancias con el PSOE, la posición de Yolanda Díaz también ha generado tensiones dentro de su propio espacio político, pues en el seno de Sumar conviven sensibilidades muy diversas. En este sentido, mientras algunas formaciones políticas, como Izquierda Unida, Compromís, Comunes y Chunta, rechazan de manera tajante cualquier incremento en la inversión militar, otros sectores abogan por una visión más matizada, diferenciando entre la inversión en Defensa con fines bélicos y el refuerzo de recursos destinados a seguridad y emergencias. Una pluralidad que dificulta aún más la posibilidad de alcanzar un acuerdo dentro del Gobierno.
Con este telón de fondo, Sánchez viajará a Bruselas para participar en la reunión ordinaria del Consejo Europeo, que dará continuidad al encuentro extraordinario celebrado el pasado jueves entre los líderes de la UE. Además, el miércoles 26 de marzo está previsto que el presidente comparezca en el Congreso de los Diputados para informar sobre la postura que asumirá España de cara a la continuidad del conflicto en Ucrania.
El Gobierno aprueba una nueva ley para prevenir el consumo de alcohol entre menores de edad