La progresiva incorporación de la mujer al ámbito laboral ha sido uno de los motivos del retraso en la edad de la maternidad, hasta el punto de que los embarazos en mujeres de más de 40 años han aumentado un 62,3 por ciento en los últimos diez años.
Así lo ha aseverado la doctora Alicia Úbeda, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirón Dexeus de Barcelona, durante un encuentro organizado por el Grupo Hospitalario Quirón con motivo del Día Internacional de la Mujer que se celebra este viernes, 8 de marzo.
Esta experta ha explicado que en los últimos años también se ha ampliado la horquilla de edad en la que se considera joven a una mujer pero, pese a ello, al organismo «le siguen pesando igual los años».
«La frase 30 años por fuera, 40 por dentro hay que sopesarla bien y tomar precauciones, porque el embarazo a estas edades implica mayores riesgos y las técnicas de reproducción asistida no revierten el reloj biológico», ha destacado.
En cambo, el doctor José Luis Prieto, del Hospital Quirón San José de Madrid, ha apuntado que el retraso en la edad de la maternidad también puede aportar beneficios para la madre y el bebé en algunos aspectos.
«Suelen ser bebés más deseados, por lo que la relación es más fuerte y hay un menor índice de depresión postparto. Y las mujeres que han sido madres más mayores suelen envejecer más lentamente y viven más años», ha defendido.
Por otro lado, el doctor Pablo Asensio, del Departamento de Medicina Interna del Hospital Quirón A Coruña, ha destacado como los cambios experimentados por la mujer en las cuatro últimas décadas «han incidido en la calidad de su envejecimiento, equiparándolo al del hombre».
Esto se debe «especialmente» a la adquisición de hábitos de vida poco saludables, como el tabaco, el sedentarismo y los cambios en la alimentación.