¿Cómo has desarrollado tu trayectoria política y profesional en un mundo tradicionalmente de hombres?
Con mucha fe. Pienso que es una cuestión de creer en lo que haces. Sí es verdad que muchas veces te da la sensación de que todo lo tienes que demostrar el doble para que sea tenido en cuenta. Aunque tener que demostrarlo no deja de ser un reto y como reto funciona: «Tú puedes, lo puedes demostrar y lo haces».
¿Cuál crees que es la situación de la mujer trabajadora hoy día?
Desgraciadamente todavía es muy distinta la situación de la mujer respecto a la del hombre. Los datos dicen que hoy en día muchas mujeres por el mismo trabajo cobran menos que los hombres. Algunos puestos parecen todavía reservados para hombres y alcanzarlos por mujeres es una gran lucha y un gran desafío. De hecho, si no fuera así no veríamos titulares o noticias como por ejemplo que una mujer es presidenta de un banco, del Parlamento Europeo, etc. Todas esas noticias, que a veces nos sorprenden, destacan la gran dificultad que se tiene para llegar a puestos importantes.
Muchas veces te da la sensación de que todo lo tienes que demostrar el doble para que sea tenido en cuenta
La ley de Igualdad fue un gran paso pero los datos no son esperanzadores, ¿estamos todavía lejos de lograr la igualdad total?
Posiblemente estemos lejos de la absoluta igualdad, sencillamente porque hay personas que no creen en ella. Hay partidos que no creen en la igualdad como por ejemplo el Partido Popular. Si el PP creyera en ella no hubiera recurrido la ley al Tribunal Constitucional.
Queda camino por recorrer porque mientras existan personas que piensen que ciertos ámbitos solo son para hombres o solo para mujeres, o tengamos ministros como el de los yogures caducados, Arias Cañete, que hace insinuaciones sobre que debe haber un regreso al hogar de las mujeres. Todo esto nos remonta a la época de la ley del Fuero del Trabajo de 1938, donde a la mujer se le cercenó todos los derechos que había conseguido durante La República. No nos engañemos, en estos momentos muchos de los retrocesos nos indican que a muchos les gustaría estar en una España preconstitucional.
¿Qué les dirías a las mujeres que en tiempos de crisis quieren emprender algo?
Les diría que para adelante, que al final los caminos se hacen andando y que todos tenemos la misma fuerza y las mismas capacidades.
Además, es el momento de no rendirse, de no resignarse ante lo que parece irremediable. Hay que inventar todas las situaciones posibles para salir adelante. La historia está llena de mujeres emprendedoras que abrieron los caminos y que dijeron «sí se pude» y lo demostraron, desde Clara Zetkin a Simone de Beauvoir. Son muchas las mujeres que nos marcaron el camino y somos nosotras ahora las que debemos encargarnos de que esos sueños son ahora realidades y verdades absolutas para desmontar todas las falacias de aquellos que cuestionan las capacidades, la inteligencia y la iniciativa de las mujeres.