Parece que Marta Chávarri ha comenzado a abandonar las cuatro paredes de su casa y empieza salir a la calle después del trágico accidente doméstico que sufrió hace más de un año, desfigurándole parte del rostro. Fue en el baño de su propia casa cuando tuvo un resbalón que le provocó estas lesiones de las que se está recuperando.
La ex de Fernando Falcó y el empresario Alberto Cortina, puede considerarse una afortunada pues no tiene secuelas en su bello rostro. En esta salida, Marta Chávarri disfrutó de una estupenda comida en compañía de una amiga en uno de los restaurantes de moda de la capital. Parece que Chávarri se ha refugiado en la amistad para ir superando poco a poco este el mal trance que le provocó el accidente.
Con la cara parcialmente desfigurada, la ex mujer de Alberto Cortina ha pasado unos meses muy complicados, además de encontrar el apoyo de sus amigos, también se ha refugiado sobre todo en su familia.
Un duro camino hacia la recuperación
La hija del diplomático, Tomás Chávarri, ha tenido que someterse a varias operaciones para recuperarse de las lesiones provocadas por este accidente doméstico. Las primeras de las intervenciones a las que se sometió fue en el justo momento del accidente, trasladada de urgencia hasta el Instituto Oftalmológico Fernández Vega de Oviedo para operarse de uno de sus ojos que resultó dañado.
Posteriormente volvió a pasar por quirófano para someterse a una operación de mandíbula, la cual también resultó herida, donde se tuvo que sustituir una parte por una prótesis de titanio. Durante los primeros días de su recuperación, la que fuera una de las reinas del papel couché estuvo acompañada por su hijo Álvaro, fruto de su relación con Fernando Falcó, además de por Antonio Gutiérrez Marcet, un abogado siete años mayor que ella. Ambos le han ayudado en todo momento a superar este mal trance.
Este delicado momento intensificó aún más su decaimiento emocional, haciendo que Marta Chávarri se asediase en su residencia de la capital madrileña. Provocando además su ausencia en la exclusiva boda de Luis Sartorius con Bárbara Pérez Manzarbeitia.
Sin embargo, esta salida con una de sus amigas, logra que vuelva a pasear por las calles de Madrid y dejándose ver, para comprobar la gran evidencia de su recuperación pues no se puede distinguir ni una sola cicatriz en su rostro. Vestida de sport, luciendo unos leggings negros, camiseta y sudadera en tonos salmón y unas deportivas, disfrutó de un largo paseo hasta su casa.
Durante el camino, se reencontró con un buen amigo, donde se dirigieron hacia un céntrico edificio de la capital, donde casualmente se encuentra el centro 'Neurosalus', especializado en tratamiento y rehabilitación de adicciones. Finalmente, Marta Chávarri regresaba a casa siguiendo su tranquilo paseo y así aprovechar para mantenerse en plena forma.