Cada vez son más los rostros conocidos que eligen la paradisíaca isla de Ibiza para disfrutar de sus vacaciones estivales. Últimamente las pitiusas se abarrotan de futbolistas que se desplazan hasta allí para relajarse y divertirse en las aguas cristalinas de la isla una vez que ha finalizado el Mundial de Brasil.
No solo los jugadores españoles se decantan por este escenario, también son algunos futbolistas extranjeros los que prefieren nuestro país a la hora de disfrutar de unas merecidas vacaciones tras una dura temporada. Este ha sido el caso del centrocampista de la selección inglesa y del Liverpool, Steven Gerrard, y su mujer, la modelo Alex Gerrard.
Ya se encuentran de vacaciones en Ibiza, donde han recalado tras la pronta eliminación de Inglaterra en la Copa del Mundo, donde el futbolista británico no tuvo precisamente una actuación brillante, como el resto de sus compañeros, que tuvieron que hacer las maletas a las primeras de cambio, igual que España.
No es la primera vez que Gerrard visita la isla, que se ha convertido en los últimos años en su refugio vacacional preferido durante el paréntesis competitivo del verano. En esta ocasión se lo pasó en grande jugando con sus hijas, Lilly-Ella y Lexie en el agua. Todo un padrazo, se dirigió con sus niñas hacia una zona de columpios instalada a orillas de la playa en la que se encontraban.
La mujer del capitán de la selección inglesa alquiló un donut acuático con el que salió a navegar con sus hijas
Tras los juegos, Steven, muy pendiente de las pequeñas, salió del agua llevando a una de ellas a caballito. Mientras el jugador descansaba en la hamaca, su mujer, la modelo y columnista Alex, continuó jugando con las pequeñas. Radiante y espectacular, lució su cuerpazo enfundado en un bikini blanco y morado que combinó con una camiseta negra de tirantes de encaje y transparente.
Alex y sus hijas alquilaron un donut acuático que se encargó de conducir con mucha maestría la modelo y mujer del capitán de la selección inglesa. Las tres se lo pasaron en grande a bordo del donut acuático mientras navegaban por las aguas cristalinas de la isla.