Si el año pasado hablábamos del momentazo que protagonizó Miley con el twerking que realizó con Robin Thicke en la interpretación de «Blurred Lines», este año la cantante también ha querido llamar la atención pero con otro tipo de mensaje.
Un joven indigente fue el encargado de recoger el galardón al mejor video del año que ganó Miley Cyrus por «Wrecking Ball» en la gala de los premios MTV.
«Mi nombre es Jesse y tengo 22 años. Estoy aceptando este premio en nombre de los 1,6 millones de jóvenes sin hogar en los EEUU que están muriendo de hambre y tienen miedo de perder sus vidas. Lo sé, porque yo fui una de esas personas», dijo el hombre, mientras Cyrus lo miraba con gran admiración y se mostró muy emocionada frente a las cámaras.
«He sido un extra en sus películas y un extra en sus vidas. Aunque pude haber sido invisible para ustedes en las calles, tengo un montón de los mismos sueños que llevaron a muchos de ustedes a estar aquí esta noche», continuó Jesse, que deslumbró a los espectadores por su sensibilidad al leer esas líneas.
Y concluyó recomendando a la audiencia visitar la página de Facebook de la cantante, donde Cyrus tiene un mensaje en el que conciencia a la población sobre el tema y pide fondos para su fundación My Friend's Place, con base en Los Ángeles, que ayuda a las personas sin hogar de 12 a 25 años a encontrar trabajo y a terminar los estudios.
Los que hagan donaciones antes de 21 de septiembre podrán participar de un sorteo y el ganador acompañará a Miley a su concierto en Río de Janeiro el 28 de septiembre.
Además de dar todo el protagonismo al indigente, Cyrus, destacó por llevar un atuendo muy modesto. La cantante le pagó al joven una habitación en un lujoso hotel y le compró el traje que llevaba para el evento. Desde luego que este tipo de gestos, además de su música, es lo que hacen grande a Miley Cyrus, por mucha polémica que genera muchas veces.