Ni las prisas que pudiera tener por «consumar» el matrimonio le van a servir de atenuante a Gavin Golightly, un inglés que casi mata a su mujer en la noche de bodas porque ésta no encontraba la fórmula de quitarse el vestido de novia.
El suceso ocurrió en el condado de Durham, en Inglaterra, cuando la chica, Amy Dawson, de 22 años, a punto estuvo de perder la vida cuando al volver a la habitación, después de la ceremonia con la familia y amigos de la pareja, le pidió a su esposo que la ayudara a quitarse el vestido.
Al no poder lograrlo, según ha contado 'Mirror', el hombre lanzó a la víctima al piso, se sentó sobre ella y la golpeó en la cara y el pecho de manera brutal.
Pese a la paliza que acababa de recibir, la joven todavía sacó fuerzar para lograr escapar y contactar con las autoridades del hotel, quienes llamaron a la policía.
El hombre aseguró que el problema fue debido a que había bebido demasiado y se declaró culpable de asalto ante la Corte de Peterlee, en donde fue sentenciado a una pena de 12 meses de trabajo comunitario y se le levantó una orden restrictiva que le prohíbe acercarse a la joven.