Pocas novias pueden encontrarse hoy en día tan peligrosas como Amber Ellis, una mujer de 31 años que, por un comentario de su pareja que no le había gustado mucho, intentó arrancarle a su novio el pene a mordiscos.
El suceso ha ocurrido en Tulsa, la segunda ciudad más grande del estado estadounidense de Oklahoma, donde un hombre despertó y encontró a su novia intentando arrancarle su miembro viril a bocado limpio.
Al parecer, y como suele ocurrir en muchos de estas situaciones, la culpa fue una vez más del alcohol, del elevado consumo del mismo en la noche anterior por la pareja, que primero dio lugar a una discusión y después al intento de cercenar el pene, que sólo gracias a los reflejos de él todavía está en su sitio.
Según ha informado la televisión local KJRH, la víctima dice que luchó contra la mujer y que ésta, tras zafarse de él, le golpeó en la cabeza con un ordenador portátil. Su gran «pecado» habría sido al parecer llamarla «pobretona».
El novio fue hospitalizado con varias y graves mordeduras en la base de su pene, así como con heridas en su cabeza, cara, cuello, dedos y rodilla, mientras que la mujer fue internada en la cárcel de condado de Tulsa y acusada de mutilación y ataque con un arma peligrosa.
Si quiere salir de momento de ahí, a la espera del juicio, tendrá que pagar una fianza de 45.000 dólares, la que se le ha impuesto por los dos cargos de los que ha sido acusada.