A los habituales problemas que se derivan de compartir piso con otros habrá que unir desde ahora el encontrar compañeros que puedan poner en peligro la salud de los otros por escupir o echar productos de limpieza en sus alimentos.
Eso es lo que ha hecho precisamente Hayley King, una joven de 22 años que ha sido detenida y que podría pasar muchos años en la cárcel por su «gracia».
Sus compañeros ya sospechaban de esta estudiante de la Universidad de Carolina del Sur y por ese motivo decidieron poner varias cámaras por la casa para grabarla y por miedo a que ella tuviera represalias.
Los compañeros de la chica explicaron que tenían muchos problemas de convivencia con ella y que le habían pedido que dejara el piso pero ella se había negado. Al grabarla en la cocina la pillaron escupiendo y echando productos de limpieza en su comida.
Por todo ello ahora está siendo juzgada acusada de manipulación maliciosa de los alimentos, delito que en Carolina del Sur se considera como «grave de clase C» y por el que le podrían caer hasta 20 años de prisión si es declarada culpable.