Yanis Varufakis es un nombre conocido para la mayoría de las personas de Europa. Toda persona que siga mínimamente las noticias conoce su discurso, su enemistad con la troika y su temprana dimisión para facilitar las negociaciones.
Además en Grecia las mujeres le abrazan por la calle como si de un superhombre se tratara. Su estilo y su físico dan que hablar, ya que rompe los estándares de los ministros, grises, con trajes grises o negros y siempre serios. Varufakis -o Varufuker como ya le han bautizado– tiene una sonrisa blanca y deslumbrante y un bronceado siempre al tono perfecto, además de una calva que muchas mujeres consideran irresistible. Pero… sorpresa… ¡no siempre ha tenido el pelo rapado!
Y es que un vídeo descubierto por el Huffington Post muestra a un joven y melenudo Varufakis en 1993, cuando estaba alejado de toda faceta pública y se dedicaba a impartir clases en Australia.
Los años pasan para todos… Y al exministro griego le han robado el pelo, pero su discurso no lo han tocado un ápice.
Su mujer, su alma gemela
La segunda esposa de Yanis Varufakis, que sacó al economista de uno de los peores momentos personales que ha sufrido, es un icono en las tierras helenas. La artista y fotógrafa griega, que proviene de una familia realmente acomodada, tiene también las mismas inquietudes y opiniones que su marido. Entre 2005 y 2006, cuando la pareja se conoció, recorrieron juntos el mundo para visitar siete fronteras conflictivas del planeta -Palestina, Etiopía-Eritrea, Belfast, Chipre, Cachemira y México- y de ahí surgió la obra CUT: 7 dividing lines. Varoufakis escribió un texto para cada caso recogido en The Globalising Wall. Desde entonces han colaborado juntos en muchos proyectos; el último, Vital Space, creado en 2010.
Con su obra busca “superar la crisis de la humanidad”, como se puede leer en la biografía de su web. Además dona la taquilla que consigue con sus exposiciones a las personas más necesitadas.
Ambos son guapos, estilosos y luchan por un mundo mejor. Son, sin duda, almas gemelas.