Han hablado. ¿Quiénes te preguntarás? Pues 35 de las 46 víctimas del conocido y popular actor de los 80, Bill Cosby. Desde que se destapara el caso de sus abusos sexuales a todas estas mujeres, la vida del actor daba un vuelco de 180º.
El actor admitió bajo juramento haber drogado a varias mujeres con las que quería mantener relaciones sexuales a través de unas pruebas de 2005 donde lo confesaba todo. Pero su historial de depredador sexual era mucho más extenso. No hay más que ver la portada de The New York Magazine, donde todas estas mujeres han revelado sus crudas experiencias con Bill Cosby.
Sin duda, tras la impresionante portada en la que se puede leer: «Bill Cosby, las mujeres. Una hermandad no deseada», la revista nos ha impresionado con su labor de recolección de todas estas testigos que no han dudado en hablar de como el intérprete de El show de Bill Cosby las violaba, pues seguía para muchas de ellas un un modus operandi claro: primero las llamaba para dar clases de interpretación, luego las drograba y finalmente las violaba, sin duda el reportaje es escalofriante.
Y es que el tema parecía haber quedado en un segundo plano, enterrado por la vorágine de las noticias de actualidad, hasta que el bombazo de esta revista ha vuelto a traerlo a la primera plana.
35 women speak about being assaulted by Bill Cosby, and the culture that wouldn't listen: http://t.co/XhQVgXHqqA pic.twitter.com/fj59cOh1i8
— New York Magazine (@NYMag) julio 28, 2015
Padre ideal en la ficción, depredador sexual en la realidad
La actividad de agresiones sexuales por parte de Cosby a las mujeres se remonta desde los años 60. No hay más que ver el abanico de edades de todas las víctimas que han querido revelar su identidad en la revista. También sorprende la diferente variedad de mujeres, demostrando que el actor no tenía una preferencia por una víctima en concreto.
Pero no solo testimonios escritos es lo que hemos podio ver en la revista. Usando las diversas redes sociales de las que disponemos en pleno 2015, también existen vídeos y audios de las propias víctimas que han hecho el esfuerzo de abandonar el anonimato para decir que ahí están, que son reales.