Tras muchos años de disputas familiares y judiciales, los Sánchez Vicario sellaron la paz el mes pasado. Al menos así lo dispusieron el 3 de julio Emilio Sánchez y María Luis Vicario, padres de la exitosa tenista española, que firmaron una tregua definitiva junto a Arantxa, con soluciones factibles y favorables para ambas partes.
Pero si bien la ganadora de Roland Garrós había zanjado por fin sus asuntos judiciales, ahora Sánchez Vicario se enfrenta a uno nuevo, en este caso propugnado por el abogado de sus padres, Bonaventura Castellanos. El letrado, que ha estado al servicio de los padres de la deportista durante todo el proceso que envolvía a las diversas partes de la familia Sánchez Vicario hasta resolverlo, ha demandado a la tenista por ensuciar su honor y su nombre con el caso.
Castellanos exige a Aranxta Sánchez Vicario que pague las costas procesales, pero, ante todo, que publique una sentencia en los medios para “restaurar su honorabilidad”, según declaraba el abogado para La Otra Crónica de 'El Mundo’' Según las palabras dedicadas al periódico, el profesional se siente “totalmente trastocado” al haberse resuelto el caso finalmente de un modo pacífico y con un desenlace beneficioso para ambas partes, después de haber emprendido una dura batalla judicial que, para él, ha dejado su honor y su nombre manchados.
El letrado asegura, además, que no ha sido el único que ha salido mal parado en el desenlace del entramado judicial de la familia Sánchez Vicario, sino que también el hermano de Arantxa, Javier, y el gestor, Francisco Oró, han quedado discrepantes con el resultado del proceso, por lo que “se adherirán a la demanda”. El abogado defiende que él se limitaba a realizar su trabajo y que se ha “mancillado su honor”, al verse entrometido en disputas familiares “sin haber ostentado jamás facultades dispositivas sobre su patrimonio”.
Así pues, Bonaventura Castellanos solicita exclusivamente una “limpieza” de su nombre y su honor, lejos de buscar una indemnización económica, a excepción de un “euro simbólico”.