Love, la película que revolucionó el pasado Festival de Cannes por sus escenas de sexo explícito -una de las cuales contiene una eyaculación en primer plano-, sigue dando mucho de qué hablar en Francia. La cinta, dirigida por el polémico cineasta galo de origen argentino Gaspar Noé, llegó a ser catalogada por sus detractores de «pornográfica».
Ahora, la Justicia francesa ha prohibido la entrada de los menores de 18 años a las salas de cine donde se proyecte la película al considerar que su alto contenido erótico podía «herir la sensibilidad de los menores». La decisión llega después de que los colectivos más conservadores del país pusieran el grito en el cielo y presionaran para tratar de impedir que los más jóvenes fueran a ver el largometraje. Uno de los abanderados de esta batalla es la asociación Promouvoir, la cual lucha por «la promoción de los valores judeocristianos» y «la obstaculización del incesto, la violación y la homosexualidad». Love se estrenó en Francia el pasado 15 de julio, con la clasificación de no autorizada para menores de 16 años y en medio de un aluvión de críticas por parte de estos colectivos. En España aún no se ha confirmado la fecha de su estreno.
El director de la cinta no ha tardado en salir a condenar la decisión. «Nos encontramos ante un anacronismo absoluto, que es el propio de los reaccionarios, pero también del Estado islámico. Lo chocante no es que exista, sino que Francia le dé la razón», ha afirmado al diario Liberátion. El director defiende que su película es «inofensiva, aunque parece molestar» y teme que los cineastas y guionistas empiecen a «autocensurarse». En 2002, Noé levantó también una gran polvareda con Irreversible, película de culto protagonizada por Mónica Bellucci y Vincent Cassel, que contenía una durísima escena de una violación de diez minutos de duración no apta para espectadores susceptibles.
Noé ha perdido la primera batalla, pero aún confía en que el Consejo de Estado, la última instancia de la jurisdicción administrativa en el país vecino, tenga en cuenta el recurso interpuesto por el Ministerio de Cultura. De no ser así, la cinta podría sucumbir aún más en la taquilla, ya que ni siquiera la polémica que la rodea ha logrado interesar al público galo, pues sus ingresos están siendo más discretos de lo esperado.
Love se trata de un «experimento de romanticismo pornográfico», como algunos críticos la han definido, que mantiene los ambientes claustrofóbicos de las cintas anteriores de Noé, y se centra en la historia de un triángulo amoroso aderezada de drogas, música y sexo en grandes dosis y de toda índole (ménage à trois, orgías, sexo con prostitutas y transexuales, masturbaciones). La película ya anuncia la vorágine sexual a la que nos invita el director con un plano fijo de los dos protagonistas desnudos y practicando el onanismo, que culmina con la eyaculación en primer plano del personaje masculino.
Rodada en 3D e interpretada por actores desconocidos, la película se estrenó en medio de una gran expectación en el último festival de Cannes, dentro de la selección oficial pero fuera de competición. Sin embargo, no cosechó buenas críticas y fue acusada por la mayoría de la crítica especializada de buscar la provocación en el espectador con meras escenas de sexo explícito. Noé buscaba la transgresión una vez más, pero el flojísimo guión convierte a Love en una versión de Cincuenta sombras de Grey para 'hipsters'.