La cantante Céline Dion no está pasando por sus mejores momentos personales. No era hace mucho, la intérprete de My Heart Will Go On comentaba el pasado mes de marzo en su entrevista más personal para la cadena estadounidense BBC, que su marido «no puede comer» y que es ella la que debe alimentarle.
René Angélil, el amor de la cantante y también su productor de 76 años de edad padece un grave cáncer de garganta contra el que no deja de luchar. Sin embargo, Céline ha vuelto a pronunciar unas palabras muy duras sobre la situación que está viviendo y que le obligó a retirarse momentáneamente de los escenarios para centrarse en su marido.
A pesar de que ha regresado a escena en Las Vegas, ha asegurado que: «Yo no lo necesitaba. No quiero que me malinterpreten, me encanta cantar para la gente, pero tengo prioirdades». Y es que la artista vive su etapa más amarga.
«Mi marido quiere morir en mis brazos», afirmaba Dion en su entrevista para USA Today. Sin duda, se trata del último deseo de René que quiere que su esposa esté a su lado en los últimos momentos de su vida. «Bien, estaré aquí, te morirás en mis brazos», asegura con rotundidad la cantante.
Sin duda, podemos ver como Céline Dion afronta la situación con dureza. Quizás tras el shock del principio, Dion ha ido aceptando poco a poco el punto en el que se encuentra su vida: «Cuando ves como una persona lucha duramente, causa un gran impacto en ti», explicaba Dion. «Cuando ves a tu marido enfermo tienes dos opciones: o lo ves u no le puedes ayudar y eso te mata. O puedes mirarle y decir. Te tengo, lo entiendo, estoy aquí todo va a estar bien».
Ambos se conocieron cuando René Angélil se convirtió en el productor de la cantante. A partir de ahí, su relación fue poco a poco convirtiéndose en una de las más sólidas del panorama musical, pues llevan casados desde 1994 y a partir de ahí formaron su hogar con sus tres hijos que tienen en común: René-Charles, Nelson y Eddy.
Sabiendo que estará al final de la vida de su amado, lo que más le preocupa tanto al productor como a ella es el tiempo de vida que le queda a René: «Hemos preguntado a los doctores muchas veces cuánto tiempo nos queda. ¿Tres semanas? ¿Tres meses? René quiere saberlo», explica, «pero ellos no lo saben», sentencia.