La periodista ya está totalmente adaptada a su nuevo hogar, la ciudad portuguesa de Oporto. Carbonero asegura que se encuentra muy feliz junto a su familia en esta nueva etapa de su vida, pero confiesa que a veces echa de menos a sus familiares y amigos más cercanos. Así lo ha explicado en su blog para la revista Elle, 'Cuando nadie me ve'. En una de las entradas, la expresentadora de Mediaset responde a todas las dudas planteadas por sus fans. Una de ellas le pregunta que es lo que le da 'saudade', una típica palabra portuguesa de difícil definición que significa melancolía o 'morriña', y Carbonero responde que sobre todo echa en falta a los suyos y su trabajo. «Todos sentimos saudade en muchos momentos de nuestras vidas pero claro, depende en cual de ellos te encuentres. Yo, ahora, aunque estoy feliz con esta nueva aventura que hemos emprendido en familia, siento saudade de estar separada de mi familia más cercana. Es verdad que estoy cerca de Madrid pero por ejemplo, ya no me puedo escapar un rato cualquier día a darle un beso a mi abuela y volver a casa para cenar. Tengo saudade también de la tele y los compañeros, de la rutina de la redacción, el jaleo, la última hora … Aquellas pequeñas cosas, como diría Serrat», escribe la periodista.
Sorpresa de sus mejores amigas
El fin de semana pasado Sara Carbonero recibió una visita sorpresa muy especial, la de dos de sus mejores amigas, la presentadora de Informativos Telecinco, Isabel Jiménez y la estilista Mayra Del Pilar. Tal y como relata la periodista en su blog, se encontraba con su hijo Martín en casa preparándose para ver una película cuando de pronto sonó el timbre e irrumpieron sus dos amigas al grito de '¡Sorpresa!'. Sara les enseñó la ciudad y juntas posaron riendo e incluso haciendo unos divertidos 'cuernos' en algunas de las fotografías. Así lo relató la presentadora en su web: «El caso es que este viernes pasado estaba yo jugando con Martín en el suelo del salón cuando llamaron a la puerta. Eran las nueve de la noche y no esperaba a nadie. De hecho mi único plan era ver una película americana en versión original (subtitulada en portugués) y meterme en la cama. De repente al abrir la puerta ahí estaban ellas… las dos gritando “¡¡sorpresaaaaaaa!!!”(grito que por cierto hizo que Martín se pusiera a llorar sin consuelo ) …mi cara debió ser un poema, pero un poema de alegría, al ver a mis compañeras de aventuras. Dos de mis mejores amigas con las que hablo a diario pero que no me habían dicho nada de que venían. No sé qué me dio más rabia, si que me la hubieran colado “hasta el fondo ” o el no haber tenido tiempo de buscar un restaurante bonito para llevarlas a cenar (…) Llovió e hizo algo de frío pero además reímos, caminamos, descubrimos, compartimos, nos mojamos, debatimos, recordamos… E hicimos algunas fotos ,-)».