La sombra de la polémica vuelve a instalarse sobre Belén Esteban y Toño Sanchís. Esta vez por la cuenta que la colaboradora de 'Sálvame' abrió hace cinco años en un banco con el fin de recaudar fondos para ayudar al municipio de Lorca tras los seísmos registrados en mayo de 2011 que se saldaron con ocho muertos y 167 heridos.
Numerosas ONG, asociaciones sin ánimo de lucro y miles de ciudadanos anónimos se volcaron con los damnificados de los terremotos de Lorca -cerca de 20.000 personas tuvieron que abandonar sus casas-. La 'princesa del pueblo' también quiso solidarizarse con la causa y pidió ayuda a través de las redes sociales para recaudar dinero con el objetivo de ayudar a todos los que sufrieron los terribles efectos de la catástrofe. Belén, se volcó con la causa y abrió una cuenta al día siguiente, el 12 de mayo de 2011. Ese mismo día, la ex de Jesulín de Ubrique escribía en Twitter: «Hemos creado una cuenta para darla a la organización que más lo necesite».
Su entonces representante y ahora archienemigo, Toño Sanchís, también ayudó a Belén Esteban con la la causa solidaria. Ella se mostró muy «agradecida» por todo lo que estaba recaudando, e incluso se comprometió a ir a la zona afectada por el terremoto. Sin embargo, ni se dejó ver por Lorca ni los 5.000 euros llegaron a los damnificados. De hecho, a día de hoy la cantidad es todo un 'expediente X, pues no hay ningún rastro de los casi 5.000 euros que supuestamente habría recaudado la colaboradora. Según el periódico 'ABC', el número de la cuenta que Belén proporcionó y del que aparece como titular no coincide con las cuentas que facilitaron las ONG.
Las diferentes organizaciones no tienen constancia de ningún tipo de donación por parte de Esteban y afirman que, si así fuera, se acordarían de ello. Según la productora de Sálvame, la colaboradora lo hizo todo por su cuenta y no pidió dinero ni dio su número de cuenta en ningún momento, según 'ABC'. El Ayuntamiento de Lorca también ha confirmado que no existe ninguna donación, ni a su nombre ni al de Toño Sanchís.