El flamenco en Cataluña «se ha enfriado en los últimos años», ha dicho hoy el cantaor José Mercé durante la presentación del festival De Cajón, cuyo organizador, Joan Roselló, ha añadido que la causa «podría ser la corriente catalanista, que lo considera un género español».
«Yo no sé cuál es la causa -ha matizado Mercé- pero lo cierto es que yo llevo muchos años viniendo a Cataluña y las cosas han cambiado. Antes esto era un hervidero de tablaos flamencos donde actuaban grandes artistas, te sentías como en el sur, y ahora no es así».
El codirector de la promotora The Project, Joan Roselló, ha corroborado las palabras del maestro y ha agregado que «en los últimos cinco años ha desaparecido la programación estable de flamenco y sólo quedan espectáculos para turistas».
«Hay una polarización muy clara hacia lo catalán. El producto catalán cada vez se vende mejor en Cataluña, y el reverso de este fenómeno es que lo que no suena a catalán se puede ver rechazado de una forma subliminal», ha dicho.
«El flamenco no tiene que ser más o menos catalán -según Mercé-. Es una música de raíz por la que hay que apostar, igual que se apuesta por el jazz».
Roselló cree que «Cataluña necesita ser más flamenca y más pasional», por lo que ha decidido resucitar el festival De Cajón, cuya última edición se celebró en 2013, y lo ha encajado dentro del Festival Internacional de Jazz de Barcelona «porque es más fácil encontrar financiación para un festival de jazz que para uno de flamenco».
De Cajón 2016 arrancará el próximo 27 de octubre con el concierto del saxofonista y cantaor Antonio Lizana y contará con la actuación de José Mercé el 4 de noviembre en el Palau de la Música.
En este recital, el cantaor jerezano presentará su disco «Doy la cara», que ha supuesto su vuelta tras cuatro años de silencio discográfico.
«Doy la cara» es un álbum de clásicos del cancionero popular interpretados a dúo con artistas como Joaquín Sabina, Andrés Calamaro, Pablo Alborán o Alejandro Sanz.
«El flamenco tiene que ser para todos, ahora más que nuca», ha afirmado Mercé, que a lo largo de su carrera ha recibido «muchos palos de los puristas», pero no se arrepiente de sus proyectos más arriesgados porque «han sido importantes y han llegado a mucha gente».
No obstante, últimamente el cantaor está «volviendo a las raíces», según sus palabras, y está trabajando en una antología porque se siente «en la obligación» de rendir tributo a sus ancestros.
«El flamenco es mi vida, sin él no sabría cómo vivir», ha reconocido el artista, de 61 años, bisnieto de Paco de la Luz, sobrino de Manuel Soto Monje y primo de Vicente Soto «Sordera».
El maestro compartirá cartel en el festival De Cajón con un viejo conocido, Vicente Amigo, que actuará el 5 de noviembre, un día después que él.
Cerrarán el festival otros dos grandes músicos, como son Michel Camilo y Tomatito, que estarán en el Palau de la Música el 18 de noviembre.
Completa el cartel el espectáculo «Las Minas. Puerto Flamenco», producido por el prestigioso Festival del Cante de Las Minas.
EFE