La actriz que encarnó a la famosa princesa Leia de 'Star Wars', Carrie Fisher, fue enterrada el día 5 de enero en Los Ángeles tras fallecer de un ataque al corazón el 27 de diciembre. El funeral se celebró este jueves junto con el de su madre, Debbie Reynolds, que murió de un derrame cerebral apenas un día después del fallecimiento de su hija.
Y la familia ha querido que Fisher descansara como vivió y han depositado sus cenizas en una urna con forma de pastilla de Prozac. El hermano de la famosa actriz llegó al funeral con la urna y aseguró que se trataba de «una de las posesiones favoritas» de la actriz. Fisher tuvo problemas de adicción a drogas y alcohol y fue diagnosicada de trastorno bipolar a principio de los 90.
La decisión de colocar en esa urna sus cenizas fue tomada por su hermano, Todd Fisher, y la hija de la actriz, Billie. «Sentía que era el lugar donde quería estar», según su hermano.
La ceremonia, celebrada en el cementerio Forest Lawn de Los Ángeles, fue multitudinari y con multitud de 'celebrities' como George Lucas, Tom Hanks, Meg Ryan, Gwyneth Paltrow o Jamie Lee Curtis.
Redacción