Comenzó siendo la hija de Henry Fonda y terminó siendo conocida por su propio nombre. Ahora, Jane Fonda, ha decidido confesar, a sus 79 años, que fue violada y que sufrió abusos sexuales cuando apenas contaba con doce años.
La actriz no se ha guardado nada en su conversación con Brie Larson, para la revista The Edit y ha afirmado que «he sido violada, he sufrido abusos sexuales cuando era una niña y me despidieron porque no quería acostarme con mi jefe, y siempre pensé que fue mi culpa, que no hice o no dije lo que debía».
La que fuera ganadora de un Oscar como mejor actriz el año pasado por 'La habitación', no quiso dar el nombre de su agresor, pero sí reconoció que le costó aprender a decir que no y tomar las decisiones adecuadas en su vida: «Me llevó 60 años aprender a decir que no y si alguien me ofrecía cualquier cosa decía que sí (…) Acepté roles que no eran los adecuados y en los que se aprovecharon de mí».
Como gran activista por los derechos de las mujeres, a las que intenta ayudar en este tipo de abusos, puntualiza que «conozco a chicas que han sido violadas y no sabían siquiera en qué consistía una violación. Piensan: 'Debe haber ocurrido porque dijo que no de la manera equivocada'.
Para ella, «una de las mejores cosas que ha logrado el movimiento de las mujeres es darnos cuenta de que la violación y los abusos no son nuestra culpa».
Hay que recordar que hace tres años, la propia Fonda desveló que su madre, Frances Ford Seymour, que se suicidó a los 42 años, también sufrió abusos sexuales siendo niña. La actriz descubrió estos hechos al revisar el historial médico de su progenitora cuando escribía sus memorias, y asegura que «en el momento que leí eso, todo se desmoronó para mí. Supe las razones de su promiscuidad, sus innumerables operaciones de cirugía plástica, su culpa, su incapacidad para amar o hablar de sus intimidades, y por fin pude perdonarla y perdonarme a mí misma».
M. A.