Su hijo, o más concretamente que José Fernando decidiera saltarse a la torera, nunca mejor dicho en esa familia, una orden de alejamiento impuesta por su exnovia y madre de su futuro hijo, Michu, ha provocado que José Ortega Cano haya tenido que ser hospitalizado, aquejado de un problema cardíaco.
El torero, de 63 años, ha tenido que suspender el viaje que tenía previsto a Ciudad de México en los próximos días, a fin de participar en el festival taurino del evento, y ha cancelado todos sus compromisos profesionales en el país azteca al ser ingresado, tal y como ha confirmado la propia organización del acto, que iba a celebrarse en el restaurante Arroyo de la Ciudad de México, comunicando que su sustituto sería Sergio Flores, el triunfador de la Plaza México.
Al parecer, el diestro se encontraba visiblemente nervioso durante los últimos días, desde que José Fernando decidiera saltarse esa orden de alejamiento y subirse a un balcón antes de pedir lápiz y papel para dejar una nota a su padre y su hermana, a fin de evitar su ingreso en prisión.
La última aparición pública de José Ortega Cano fue el pasado martes por la noche, cuando asistió al Foro de la Juventud taurina que se celebraba en los Teatros del Canal. El viudo de Rocío Jurado perdía los nervios ante una prensa que se interesaba por su estado y el de su hijo, y le decía a una reportera que le preguntaba por José Fernando: «Usted tiene mucha cara, no tiene educación», con un tono claramente de enfado buscaba ayer una respuesta del diestro a las últimas noticias sobre su hijo José Fernando.
Esta no es la primera vez que el matador sufre problemas cardíacos, ya que hay que recordar que en 2013 fue operado de un cateterismo y tres años antes también sufrió insuficiencias cardíacas. Su ingreso en prisión, debido al accidente de tráfico que protagonizó y en el que falleció Carlos Parra, agravó sobremanera su estado de salud.
M. A.