Todo el mundo sabe que los actores, como el resto de mortales, son seres humanos que tienen por tanto vida propia y que en ella se incluye el término 'diversión'. Ellos, como los demás, tienen derecho a divertirse, aunque las consecuencias no sean iguales para todos.
Sobre todo si se trata de alguien tan famoso como Jennifer Lawrence, la protagonista de la saga de 'Los Juegos del Hambre', que ha revolucionado las redes sociales este jueves tras filtrarse un vídeo en el que aparece en un evidente estado de embriaguez bailando en una barra de pole dance con un chico.
La actriz, que se encuentra en estos días en Austria grabando su nueva película, ha tirado de humor para asegurar que no va a pedir perdón por pasárselo bien, e incluso se ha permitido puntualizar que «creo que mis bailes estuvieron bastante bien».
El 'incidente', como lo han catalogado algunos medios, se produjo cuando la oscarizada actriz salió a celebrar el cumpleaños de un compañero y, según ha contado un testigo al portal Radar Online, «se pasó con el vodka». Según la misma fuente, la ex novia de Chris Martin estaba «muy borracha e incluso se besó con un chico. En un momento de la noche, perdió su blusa y se quedó en sujetador, pero eso no parecía importarle demasiado».
Ni siquiera este detalle fue confirmado por la propia actriz, que precisó que «eso no es un sujetador, es un top de Alexander Wang. Y yo no voy a mentir, creo que mi bailes estuvieron bastante bien. Incluso sin la fuerza básica»».
Y es que Jennifer Lawrence no se ha escondido al ver el revuelo montado y, aunque ha indicado que «nadie quiere que le recuerden porque intentó bailar en una barra de striptease por internet», confiesa que «fue uno de los cumpleaños de mis mejores amigos y bajé mi guardia por un segundo para divertirme. No voy a disculparme, me lo pasé muy bien esa noche».
La joven está compartiendo el rodaje de este nuevo trabajo con su novio, el director del mismo, Darren Aronofsky, aunque, según los testigos, éste no se encontraba entre los presentes de la fiesta.