Gary Goldsmith, tío de Kate Middleton, ha confesado en el el Juzgado de Primera Instancia de Londres que pegó a su mujer, Julie Ann, el pasado 13 de octubre, después de haber pasado la noche de fiesta y haber tomado alguna copa de más. De esta manera se ha declarado culpable en el juicio que tenía por haber maltratado físicamente a su pareja.
El desafortunado hecho tuvo lugar el pasado 13 de octubre en el domicilio conyugal, situado en la elitista zona de Wimpole Street, en el centro de la capital británica. Tras una gala benéfica, el hermano de la madre de Kate Middleton, Carole Middleton, cogió, junto a su mujer, un taxi para regresar a su casa en torno a la una y media de la madrugada. El matrimonio se enzarzó en una agria discusión, que terminó con la mediación de las autoridades, después de que el taxista Daniel Shepherd decidiese llamar a la policía para poner fin a la agresión de la que estaba siendo testigo.
“Todo acabó siendo un caos total. Estuve sujetando a un miembro de la familia real. Doscientos años atrás me habrían decapitado por ello”, aseguraba el taxista días después de lo sucedido. Ante la evidencia de lo que había sucedido y con la versión en su contra del taxista y los miembros de seguridad que acudieron al auxilio de Julie Ann, el tío materno de Kate Middleton no tuvo más remedio que reconocer que era culpable.
Este no es el primer escándalo público con el que se ha relacionado al tío de Kate Middleton. Hace ocho años, Gary Goldsmith fue grabado con una cámara oculta entregando cocaína a un reportero infiltrado del diario 'Daily Mail' que se hacía pasar por un empresario de gran influencia. Este hecho obligó a la familia real a romper lazos con esta parte de la familia Middleton.
ED