Isabel II les ha dado toda una sorpresa a los ciudadanos ingleses. La reina de Inglaterra ha decidido asistir a un desfile de moda ubicado dentro de la London Fashion Week. Un acto sin precedentes hasta el momento, pues hasta esta fecha la 'royal' nunca había presenciado un acto de esta índole. La abuela de Guillermo de Inglaterra se sentó en la zona reservada para 'celebrities', el 'front row', para disfrutar desde la primera fila de los diseños de Richard Quinn.
El diseñador británico, alabado por la calidad y originalidad de sus estampados, recibió de manos de la soberana la primera edición del premio The Queen Elizabeth II Award for British Design, un galardón creado por petición de la propia reina para reconocer a los grandes talentos de la moda. Pero Isabel no se limitó a entregar este premio, que ella misma ha diseñado con su asesora personal de vestuario, sino que también quiso quedarse al desfile de Quinn.
Ataviada con un clásico vestido en tweed azul de Angela Kelly y una chaqueta con detalles de swarovski, Isabel ocupó su lugar junto a la archiconocida Anna Wintour, quien un día antes compartió acto en el palacio de Buckingham con la duquesa de Cambridge y la condesa de Wessex. El pasado año Isabel II condecoró a la directora de la versión estadounidense de Voguecomo dama del Imperio Británico.
El experto en protocolo William Hanson declaró al 'Daily Mail' que «Anna estuvo fuera de la etiqueta esta vez. Las gafas de sol son para el exterior y deben evitarse en los lugares interiores, por muy tendencia que sean». Pese a todo, la reina se mostró muy risueña y cómplice con la experta en moda, junto a la cual pudo presenciar el despliegue de buen gusto y elegancia que desprendía la colección de Quinn.
Ana P. Cabrero