Català, nacida el 6 de octubre de 1915 en Els Guiamets (Tarragona), sobrevivió al horror de los campos de concentración nazis y dedicó toda su vida a luchar contra el fascismo, como ha recordado su hija Margarita, que ha elogiado la «vitalidad» de su madre.
A la ceremonia ha asistido una nutrida representación institucional encabezada por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que ha asegurado que se «preservará» la memoria de esta histórica activista y que su ejemplo será un motor «que nos dará fuerza y dignidad para nuestras luchas de cada día y para el gran combate por un mundo libre y justo».
El president ha subrayado la necesidad de profundizar en el conocimiento de la historia y la preservación de la memoria de los pueblos y ha remarcado que «solidaridad, antifascismo y libertad son tres luchas en una que vuelven a ser hoy más necesarias que nunca».
La segunda autoridad de Cataluña, el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha puesto el foco en la «amenaza real» que supone «la oscuridad del fascismo», al que hay «que seguir combatiendo».
También han asistido al funeral el subdelegado del Gobierno en Tarragona, Joan Sabaté, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien ha señalado que Català «fortalece nuestro compromiso activo para que el fascismo no sea posible nunca más».
El político Joan Josep Nuet, amigo de la familia, ha remarcado que «nos enseñó que en la trinchera antifascista no se le pregunta a nadie de dónde viene, sino si es demócrata».
Decenas de personas han tenido que seguir la ceremonia desde el exterior de la sala, llena a rebosar, en la que se ha despedido a la activista con un féretro cubierto con la bandera republicana y flores blancas y rojas.
Redacción