Así lo han puesto de manifiesto los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad implicados, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía foral y Policía Municipal de Pamplona, que han cerrado este lunes la preparación de un dispositivo que destaca por la «coordinación» de los diferentes efectivos, en la lucha contra las agresiones sexistas y los delitos de hurto y robo su principal punto de atención.
De los 2.606 agentes que integran el dispositivo, 700 corresponden a la Policía Nacional, 796 a la Guardia Civil, 710 a la Policía Foral (300 expresamente en la capital navarra) y 400 a la Policía Municipal de Pamplona, a los que se suman los 160 auxiliares de Protección Civil que se reparten por el centro de Pamplona durante las fiestas.
«Se trata de dar la mejor atención posible y de proximidad» a los visitantes al igual que a los pamploneses, ha dicho en conferencia de prensa el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, tras presidir la Junta de Seguridad previa a las fiestas, en las que habitualmente los delitos más recurrentes son los pequeños hurtos, timos y estafas, y robos en domicilios.
«También nos preocupan los delitos contra la libertad sexual», ha reconocido Arasti en recuerdo de la violación grupal de La Manada en 2016, en la que los pamploneses han sido «ejemplo de dignidad» con su «tolerancia cero», aunque ha asegurado que todos los cuerpos policiales trabajan en la prevención de este tipo de conductas y en que no queden impunes si finalmente se producen.
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