Según ha detallado Obras Misioneras Pontificias (OMP), una red mundial al servicio del papa para apoyar la misión de la Iglesia, con esa cantidad recaudada entre los fieles españoles se pudieron financiar un total de 599 proyectos en 68 países.
El director nacional de OMP, José María Calderón, ha destacado cómo España es un país «especialmente sensible» con la acción misionera de la Iglesia, y colabora con ella «de muchas formas», especialmente enviando misioneros a distintos territorios.
Así, ha detallado que en la actualidad existen más de 11.000 misioneros españoles en 134 países del mundo; el 55 % de ellos son mujeres y mayoritariamente consagrados, aunque también hay obispos y laicos, e incluso familias enteras. Por continente, el que más acoge es el americano (50,96 %).
Calderón ha explicado que el rostro de la Iglesia ha cambiado durante estos últimos años y la presencia de católicos africanos y asiáticos ha aumentado. Así, si en 1989 de cada 100 católicos, 9 eran africanos, en la actualidad son 18.
También se han multiplicado en Asia y Oceanía, al pasar de los 80,6 y 6,9 millones respectivamente en 1989 a los 145 y 10,6 millones de la actualidad.
Así, en los 1.111 territorios de misión que hay en el mundo, la población se ha multiplicado por 1,48 y el número de católicos lo ha hecho por 2,35.
Casi la mitad de la población mundial vive en los zonas de misión y en estos territorios se celebra 1 de cada 3 bautismos del mundo.
Este año, el Domund se enmarca en el Mes Misionero Extraordinario (MME), convocado por el papa Francisco para este octubre, con el lema «Bautizados y enviados, la Iglesia de Cristo en misión por el mundo» y que conmemora los 100 años de la carta Maximum Illud, de Benedicto XV, considerada como la carta magna de las misiones modernas.
Con ella, después de la I Guerra Mundial, el papa dio un impulso a las misiones, defendió su separación del colonialismo y reivindicó el protagonismo de las Iglesias locales y de las vocaciones nativas.
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