Las religiosas de la Orden de Belén, de la Asunción de la Virgen y de san Bruno anuncian en un comunicado que ya han comunicado su decisión a las autoridades eclesiásticas y civiles, a las monjas Sanjuanistas (congregación propietaria del monumento) y a los vecinos.
Las monjas no se ven capaces de «responder a las expectativas actuales con respecto al monasterio, permaneciendo fiel a su misión en la Iglesia». Aseguran no hallar «las condiciones favorables para su vocación de silencio».
Precisamente este miércoles, el día elegido por las monjas para hacer el anuncio, se cumplen dos años del regreso al Monasterio de Sijena, por orden judicial, de las 44 piezas artísticas que estaban depositadas en el Museo de Lérida y que habían sido reclamadas por Aragón en un largo litigio, que duró décadas.
El 23 de febrero de 2018 el cenobio reabrió sus puertas para mostrar al público, mediante visitas guiadas, estas piezas recuperadas, entre ellas los valiosos sarcófagos medievales de prioras, urnas funerarias de monjas y cuatro alabastros atribuidos a Gabriel Joly.
En abril de ese mismo año el Gobierno de Aragón ya mostró inquietud por «la actitud» de las hermanas de Belén, quienes negaron que el plan director anunciado para la restauración del cenobio ni el régimen de visitas al monasterio hubiese sido pactado con ellas.
Además, están pendiente de devolución por parte de Cataluña las valiosas pinturas murales de la Sala Capitular del cenobio, según estableció una sentencia de un juzgado de Huesca de julio de 2016.
La Generalitat, por su parte, formalizó en junio de este año en Barcelona una demanda contra la orden religiosa para instar que se declarara válido el contrato de préstamo de los frescos, actualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).
Todas estas circunstancias han hecho reflexionar a las monjas, quienes, «después de mucha oración», han tomado la decisión de dejar el monasterio, con el «consenso unánime» de la comunidad y del Consejo General de su Familia Monástica, «en diálogo con el Obispo de Barbastro-Monzón».
Las hermanas de Belén aseguran en su nota que saben que otra comunidad religiosa estaría «interesada» en sucederlas, aunque reconocen que la decisión final depende del Obispado.
Finalmente, la comunidad agradece a la Diócesis de Barbastro-Monzón el «aprecio y acompañamiento» que en todo momento les han ofrecido, y también a las autoridades y pueblo de Villanueva de Sijena por el cariño recibido durante los 34 años de su presencia en el monasterio.
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