El reparto se hará en estaciones de trenes, metros y autobuses, como medida de protección para desplazamientos laborales imprescindibles con motivo de la vuelta a la actividad de los trabajadores no esenciales.
No obstante, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha recordado que el país continúa con el estado de alarma decretado el 14 de marzo y que el confinamiento seguirá vigente hasta, como mínimo, el 26 de abril, aunque ha reconocido que «es muy probable» que se mantenga más allá de ese día.
El ministro ha vuelto a aconsejar el teletrabajo a aquellas personas cuya actividad profesional se lo permita y ha recalcado que, en el caso de que no quede más remedio que desplazarse, se recomienda que lo hagan en transporte privado.
En ese caso, advierte de la necesidad de extremar la limpieza del vehículo y evitar que vaya más de una persona por fila de asientos, recomendación que se extiende a los transportes públicos.
También ha llamado a seguir «tres prioridades»: mantener la distancia mínima de un metro (o dos si es posible), el lavado de las manos y la máxima higiene en los espacios públicos y privados.
Y ha añadido una recomendación más, la de usar, cuando esté disponible, una mascarilla higiénica para aquellos casos en los que no se pueda cumplir la distancia interpersonal que, según Illa, «son casos muy tasados».
El ministro ha remarcado, asimismo, que no debe ir a trabajar bajo ningún concepto quien presente síntomas, por leves que sean, ni tampoco aquellas personas más vulnerables por edad, por estar embarazadas o por padecer afecciones por las que un médico estimara necesario el aislamiento.
En cuanto a los centros de trabajo, Illa ha explicado que también es fundamental mantener la distancia a la entrada, a la salida y durante la permanencia en los mismos y ha recomendado que se escalonen los horarios lo máximo posible si el espacio de trabajo no permite garantizar esa distancia mínima.
Todas estas recomendaciones han tenido lugar en una jornada en la que la cifra diaria de fallecidos desciende a 510, la menor desde el 23 de marzo, y eleva a 16.353 el número de personas que han perdido la vida por la COVID-19.
Esta tendencia descendente, sobre todo en las dos últimas semanas, es algo inferior en los casos de hospitalizaciones e ingresados en las UCI, que hoy muestran un 2 % de incremento.
También ha habido un pequeño repunte de nuevos infectados con respecto al viernes, al registrarse 4.830 nuevos casos, un 3 %, frente a los 4.576 contagiados de ayer.
Los pacientes que han sido dados de alta en las últimas 24 horas son 3.441 y hacen un total de 59.109 personas recuperadas del virus, cuya tasa de letalidad en España es del 10,1 %, según datos facilitados por el ministerio de Sanidad.
Para seguir combatiendo la pandemia, el Gobierno ha anunciado también hoy que está distribuyendo entre las comunidades autónomas 979.200 test rápidos, que se unen a la partida de más de un millón que ya se distribuyó en las últimas jornadas.
También las empresas madrileñas Hersill y Escribano Mechanical & Engineering entregarán este sábado 94 respiradores a varias comunidades autónomas (CCAA), tras aumentar su producción, con el objetivo de cubrir la necesidad de estos aparatos para el tratamiento de pacientes afectados.
Algunos de ellos irán a parar a Cataluña, donde el departamento de Justicia de la Generalitat levantará un hospital de campaña en la cárcel de Quatre Camins (Barcelona), después de que se haya elevado a 22 el número de presos contagiados en el mismo módulo, y que actuará como una extensión del centro hospitalario penitenciario de Terrassa.
Una noticia que contrasta con la del cierre definitivo del hospital de campaña que el ayuntamiento de Leganés (Madrid) había habilitado en el Pabellón Carlos Sastre del municipio para paliar la presión asistencial de las urgencias del Severo Ochoa, al quedarse por fin sin ningún paciente ingresado.
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