Se trata de una de las conclusiones recogidas en un artículo de ámbito internacional publicado en la Revista Española de Salud Pública, del Ministerio de Sanidad, que ha consistido en el análisis de estudios empíricos realizados hasta la fecha en China, Italia, Estados Unidos y Australia, basados en 114 madres infectadas de coronavirus SARS-CoV-2 y sus recién nacidos.
«Mucha gente cree que cuando la madre tiene problemas de salud hay que evitar la lactancia materna, pero hay que tener en cuenta sus beneficios y cómo protege más al recién nacido», explican Juana María Vázquez Lara y Luciano Rodríguez Díaz, profesionales del departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Ceuta, profesores en la Unidad Docente de Matronas de la Universidad de Granada en Ceuta y dos de las autores del estudio.
Además de los beneficios psicológicos de la conexión madre-hijo, la lactancia materna provee al recién nacido de muchas propiedades protectoras e inmunológicas y disminuye el riesgo de infecciones.
Incluso en el caso de madres infectadas por coronavirus, en muestras de leche se detectaron anticuerpos del virus, lo que sería otro factor de protección a tener en cuenta.
Los trabajos revisados por este grupo de investigación recogen distintas recomendaciones para evitar el traspaso de la enfermedad de la madre al hijo.
Las principales medidas higiénicas son el uso de mascarilla y el lavado de manos, aunque cada caso debe analizarse de manera individual.
Algunos análisis no aconsejan el amamantamiento directo sino extraer la leche y darla aparte, mientras que otros, que van un poco más allá, recomiendan que todo recién nacido de madre infectada por coronavirus debe ser aislado en el hospital para observación durante al menos dos semanas.
Los autores de esta revisión explican que «a la leche materna pasan algunos retrovirales que se usan para combatir la COVID-19», por lo que esas madres no deben dar el pecho mientras tomen la medicación.
Una opción en este caso sería darle leche materna procedente de algún banco de leche, explican.
El estudio concluye que la lactancia materna en madres con COVID-19 es muy recomendable para el recién nacido si el estado de salud de ambos lo permiten.
Si no se puede de forma directa, se debería alimentar con leche materna extraída previamente de su madre y sin pasteurizar, o procedente de un banco.
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