Esta tarde se han reunido el grupo de trabajo de Políticas Sociales y Sistemas de Cuidados y el de Sanidad y Salud Pública, cuyos portavoces han coincidido en que lo primordial, tras las debilidades del sistema sanitario que han aflorado por la pandemia, es sacar adelante un pacto de Estado por la Sanidad, ya que de este dependen en gran medida la salud comunitaria, las políticas sociales de protección y ayuda y el sistema de cuidados de mayores o discapacitados.
Los textos han salido adelante ya que PSOE y UP suman mayoría en los grupos de trabajo, aunque el resto de fuerzas parlamentarias podrá introducir, hasta el lunes, enmiendas con las que complementar o modificar algunos puntos, hasta la votación final de los textos que salgan de los grupos de trabajo de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica.
En cuanto a la Sanidad, los grupos parlamentarios han destacado que lo prioritario es ese gran pacto por la Sanidad que contemple un aumento significativo del presupuesto -aunque no ha sido cuantificado- que se destina al Sistema Nacional de Salud, así como mejoras en la coordinación con las autonomías y organismos, al tiempo que se refuerce y mejore el papel de la atención primaria.
Acabar con la «precariedad e interinidad» en todos los niveles, incluso por ley, ha sido la principal reivindicación propuesta, durante sus comparecencias, por los portavoces del PSOE, Unidas Podemos, PP, Ciudadanos o ERC, entre otros.
Concretamente, el texto del PSOE-UP aboga por «una regulación que establezca mecanismos permanentes de cobertura de puestos, evitando tener que recurrir a contratación temporal», al tiempo que se introduzca la posibilidad de «fórmulas contractuales y retributivas» para hacer atractivo el ejercicio profesional en las zonas rurales y advierte: «No se pueden tener servicio de salud de primera categoría con retribuciones de tercera».
Recoge que se debe recuperar a profesionales sanitarios que emigraron durante los años de la crisis económica y aplicar fórmulas de contratación similares a las de los clínicos para los especialistas en medicina preventiva y salud pública.
Añade, sobre la atención primaria, que «precisa una inyección rápida e inteligente de recursos humanos y también tecnológicos» para rastrear de forma eficiente los contactos que hayan tenido los infectados por la COVID-19, así como los focos y rebrotes.
Urge al refuerzo de la red de vigilancia en salud pública para luchar contra pandemias y un plan, con normativa legal, frente a cualquier tipo de emergencias sanitarias.
En el apartado de las residencias de mayores y personas con discapacidad, el texto del grupo de Sanidad entronca con el de Política Sociales y Sistemas de Cuidados en asuntos como la urgencia de diseñar «protocolos de coordinación y planes de contingencia entre la atención primaria, servicios sociales generales y los especializados» para una atención ágil y adecuada en las próximas etapas de la pandemia y futuros retos sanitarios, y que ello se extienda también a la atención de domicilios.
El borrador de trabajo de PSOE-UP propone que «la perspectiva de género» vertebre «la reorientación del diálogo social para acabar con la brecha en el empleo» entre mujeres y hombres.
En esta línea, se persigue un pacto por la racionalización de horarios a través de una ley de usos del tiempo, así como estudiar la duración de las moratorias de desahucios, junto con la imposibilidad de cortar los suministros, o abordar medidas para «contener las subidas abusivas del alquiler» y que sea «con carácter temporal, excepcionalmente, y en zonas urbanas de mercado tensionado».
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